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Actualizado: 2 de mayo de 2025


No es extraño dijo Rafael que se muera por España y por las españolas aquel inglés que veis allí enfrente y cuya cabeza descuella sobre todas las plantas del macetero. ¡Qué mal gusto! contestó Eloísa con un gesto de desdén. Dice continuó Rafael que no hay cosa más bonita en el mundo que una española con su mantilla, que es el traje que más favor les hace.

Cuando intentó presentarse á los generales invasores para formular una elocuente protesta contra los atropellos cometidos por sus tropas, sólo pudo ver á un oficial, que le contestó sarcásticamente, acabando por amenazarle con el fusilamiento. Nadie hacía caso de su nombre; aquellos guerreros vestidos de gris verdoso parecían oirlo por primera vez.

Pues ahí van mil, contestó el bendito señor, dándole un cartucho de monedas que ya llevaba preparado al efecto; pero es preciso que ahora mismo desaloje usted el local, y sin perder un solo minuto salga con su gente de SantanderEl comediante vió el cielo abierto, hizo lo que deseaba el Intendente, y, sin salir éste de la bodega, se desarmó la tramoya, se cargaron las caballerías, montaron los comediantes ... y nadie volvió á acordarse de ellos. ¿Pero usted cree que cuando el Intendente, lleno de júbilo, entró por la noche en la tertulia, hallábamos medio de hacerle tomar la parte que nos correspondía de los mil reales? ¡Que si quieres!

El cura lanzó una mirada de indignación a Durand y repitió con obstinación: «Pero la popa de su esquife consigió por fin la orilla de paz y de reposo, donde ese virtuoso, ese digno, ese respetable anciano hizo brotar la flor de la caridad y de la religión.» ¡Qué bestia es ese cura! murmuró Grano de Sal. Bestia como un arenque contestó Durand encogiéndose de hombros.

La condesa volviose bruscamente hacia ella y mirándola con su amable sonrisa de vieja: Casad a mi hijo díjola. ¡Ah! en cuanto a eso contestó alegremente la señora de Maurescamp , es una empresa de que no me siento capaz. ¿Por qué, pues? repuso en el mismo tono la condesa . Por el contrario, yo os considero capaz para todo. Juana abrió, sin contestarle, sus grandes ojos interrogadores.

Manuel repitió Dolores. ¿Me dejas en paz, o me vuelvo? contestó Manuel; Dolores calló. Don Federico prosiguió Manuel , casamiento y señorío, ni quieren fuerza ni quieren brío. Hazme el favor de callar, Manuel le interrumpió su madre. También es fuerte cosa gruñó Manuel . No parece sino que estamos asistiendo a un entierro.

Visitaba un General los pueblos del Sur de Luzón y en plena recepción oficial en uno de ellos, le preguntó el General al Gobernadorcillo sobre el estado de la localidad, á lo que con gran claridad y precisión le contestó: Con el cólera, la langosta, las viruelas y la visita de V.E. el pueblo está al pelo.

Maximina levantó los ojos hacia la cocinera y luego los volvió hacia Miguel con una expresión entre cándida y maliciosa, sospechando alguna broma. Cuando mi amigo se dirigió a ella preguntándole cómo estaba de salud, no le contestó más que ¡hum! sin levantar la cabeza siquiera.

Señor cura, volví a decir entusiasmado, ¡Vd. es un demócrata verdadero! El cura me miró sonriendo a la luz de la primera fogata que los alegres vecinos habían encendido a la entrada del pueblo y que atizaban a la sazón tres chicuelos. Demócrata o discípulo de Jesús, ¿no es acaso la misma cosa?... me contestó.

Yo le contesto aquello de no siento que mi hijo pierda, sino que se quiera desquitar, y le aseguro que saldrá con las manos en la cabeza si sigue jugando, y le amenazo con que su derrota será mayor cuando esté casado; pero el insolente, atrevido, no me cobra miedo, y cierra los ojos, y arremete, y se casa.

Palabra del Dia

atormentada

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