Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de junio de 2025
Mi objeto es que, en defecto de los altos puestos y dignidades de que injustamente nos han despojado, nuestra casa sea notable, al menos, por sus grandes riquezas, y yo consentía en tu unión con la sobrina del duque de Arcos con la condición de que su hermana Juanita no se casaría y le dejaría toda su fortuna.
El carácter enérgico de Manolita se sublevó al convencerse de la nueva infidelidad de Rafael. No; ésta no la consentía, aunque el primo le pidiese perdón de rodillas y estuviese todo un año cantando romanzas sentimentales. Quiso vengarse, atormentar al infame, aunque para eso tuviese ella que sufrir, y nada le pareció mejor que aceptar las pretensiones de aquel tendero que la adoraba.
Luego se fijó el día: se discutió la forma en que había de celebrarse. Antes se había convenido en que los novios no vivirían aparte «por ahora.» El pequeño sueldo de Mario no lo consentía. D. Pantaleón manifestó por boca de su esposa que mientras el matrimonio no se hallase en condiciones de establecerse, viviría en su compañía.
Aquella señora estaba en las últimas, le llamaba a gritos; era un crimen negar el último consuelo a una moribunda, y él no lo consentía. Sentíase capaz de llevárselo a viva fuerza. Luis, vencido por la voluntad del viejo, se dejó arrastrar y subió a un coche, insultándose mentalmente, pero sin fuerzas para retroceder... ¡Cobarde! ¡Cobarde para siempre!
Pero Tónica se detenía, ruborizándose como si sintiera haber dicho demasiado, y miraba a su no vio confusa y avergonzada, mientras éste buscaba la linda manecita de ella para besarla repetidas veces, sin importarle la presencia de Micaela. La costurera consentía estas caricias. Conocía bien a Juanito. No había cuidado que pasase de ellas.
La sociedad fingía no saberlo, porque no caían de repente en medio de las calles como perros abandonados; pero morían en los hospitales, en sus tugurios, víctimas en apariencia de diversas enfermedades; pero en el fondo, ¡hambre! ¡todo hambre!... ¡Y pensar que en el mundo había reservas de vida para todos! ¡Maldita organización que tales crímenes consentía!...
A personas muy muchas oprimia, A viejos Españoles muy honrados, Que á los mozos traviesos consentia En sus vicios andar muy desmandados. Con esto y otras cosas que hacia, Estaban los juicios ofuscados De todos, el remedio no esperando, Si no morir con pena suspirando.
En todo este tiempo no se permitia á la reyna comunicar con nadie: solo se le daba licencia para que asistiera á los juegos cubierta de un velo; pero no se le consentia hablar con ninguno de los pretendientes, porque no hubiese injusticia ni valimiento. Este aviso daba Astarte á su amante, esperando que acreditada por ella mas valor y discrecion que nadie.
El Papa trabajaba con vehemencia; el Duque de Saboya no era obstáculo; la llegada á España de la flota de galeones consentía el refuerzo de ejército y armada. ¡Qué letargo el de Francia; qué negligencia en Inglaterra; qué dolor no haber interceptado los tesoros de las Indias, siguiendo el plan que él mismo entregó á la Reina!
De carlismo no se hablaba en la casa, porque doña Lupe no lo consentía. Pero una mañana, los dos hermanos mayores se enfrascaron de tal modo en la conversación, más bien disputa, que no hicieron maldito caso de la señora. Juan Pablo estaba lavándose en su cuarto, entró Nicolás a decirle no sé qué, y por si el cura Santa Cruz era un bandido o un loco, se fueron enzarzando, enzarzando hasta que...
Palabra del Dia
Otros Mirando