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Actualizado: 15 de mayo de 2025
No le habría pasado ciertamente inadvertida su gran sorpresa a la señora Liénard si ella no se hubiese sentido también conmovida por una sorpresa igual. Sus clarísimos ojos contemplaban a Delaberge y parecía reflejarse en su rostro la sorpresa de quien recuerda vagamente una semejanza o se pregunta dónde y cuándo vio alguna otra vez a la persona que tiene delante.
Este libro es la más clara exposición, al alcance de todos, de la famosa teoría de la relatividad de Einstein. En él se encuentran clarísimos los fundamentos de la teoría, su evolución histórica, desde los primeros hechos experimentales que dieron lugar a la nueva concepción. El estilo es sencillísimo, y la lectura del libro no exige conocimientos especiales de matemáticas.
La avaricia moderna, señores exclamó esta vez. ¡Ah! ya son contados aquellos clarísimos varones de antaño que preferían un grano de honra a todas las alcancías repletas del moro y del judío. Hogaño, los nobles de Aragón son los más sañudos encubridores y abogados destos perros infieles; y llena está Castilla de cristianos viejos, engolosinados con el dinero moruno, que siguen su ejemplo.
Las cuatro de la tarde serían cuando el sol, entre nubes cubierto, con luz escasa y templados rayos, dio lugar a don Quijote para que, sin calor y pesadumbre, contase a sus dos clarísimos oyentes lo que en la cueva de Montesinos había visto. Y comenzó en el modo siguiente: -A obra de doce o catorce estados de la profundidad desta mazmorra, a la derecha mano, se hace una concavidad y espacio capaz de poder caber en ella un gran carro con sus mulas.
Y como los náufragos agonizantes de hambre y de sed, que en sus delirios sólo ven mesas de festín y clarísimos manantiales, Batiste contempló imaginariamente campos de trigo con los tallos verdes y erguidos y el agua entrando á borbotones por las bocas de los ribazos, extendiéndose con un temblor luminoso, como si riera suavemente al sentir las cosquillas de la tierra sedienta.
No sé cómo expresarle continuó diciendo la joven hasta qué punto me entristece la idea de su marcha. Mientras hablaba, sus clarísimos ojos se ensombrecían y cubríanse de una sutil humedad, por lo que Delaberge comprendió que eran absolutamente sinceras sus palabras. Sí repuso Francisco también profundamente conmovido; vengo a despedirme de usted; probablemente marcharé mañana.
No, en esos límpidos ojos, en esa purísima frente, en esos labios francamente amables, no podía haber la menor huella de engaño o duplicidad. En el fondo de esos clarísimos ojos no se descubría la menor de aquellas turbadoras y fugitivas fulguraciones que son indicio de mentira.
Ni él mismo sabía lo que le correteaba por el magín. Bien presumía antes a cuántos riesgos se exponían Nucha y su hija viviendo en los Pazos: ahora..., ahora los divisaba inminentes, clarísimos. ¡Tremenda situación! El capellán le daba vueltas en su cerebro excitado: a la niña la robarían para matarla de hambre; a Nucha la envenenarían tal vez.... Intentaba serenarse. ¡Bah!
Y la gloria anegada en luz, y las cabecitas de los serafines, envueltos en clarísimos resplandores, ¿qué tienen que envidiar a los cielos y los ángeles del gran Murillo?
Será instructivo detenernos todavía algún tanto en la comparación de los dos teatros, los únicos originales y populares de la moderna Europa. El estrecho parentesco que los une, mientras permanecen fieles á su principio fundamental, aparece con rasgos clarísimos é ilustra sobremanera nuestro entendimiento.
Palabra del Dia
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