Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Las calles estaban solitarias. Se habían ido a los campos los que horas antes las llenaban en ruidosa manifestación. Los desocupados se encerraban en los cafés, frente a los cuales pasaba apresuradamente el diputado, recibiendo al través de las ventanas el vaho ardiente en que zumbaban choques de fichas y bolas de marfil, y las animadas discusiones de los parroquianos.
De la aglomeracion de guarismos vienen las grandes combinaciones; de los grandes choques brotan las grandes chispas, y en este sentido tengo que conformarme con los grandes centros de poblacion, de actividad, de creaciones. Pero aparte esta necesidad trascendente de las grandes masas, ¡cuánto más natural, más definida, más espontánea, es la vida de las pequeñas poblaciones!
Al fin entendió que estos grandes cuerpos, que con sus choques preparaban al parecer su ruina común, eran en la realidad fundaciones provechosas; que cada asociacion de magos era un freno para sus émulas; que si á veces estas diferian de opinion, todas enseñaban una moral misma; que instruían el pueblo, y sujetas á las leyes: semejantes á los preceptores que zelan los hijos de casa, miéntras que á ellos los zela el amo.
Quitábase la caperuza el maestre antes de replicar: Salve digamos, que buen viaje hagamos. Salve diremos, que buen viaje haremos. Y todos los del buque, proeles, grumetes, lombarderos, soldados, hidalgos, damas, sirvientes y niños, entonaban la salve en la tarde moribunda, mientras el sol teñía de anaranjado las velas y el mar levantaba con sus choques la pesada cáscara del galeón.
Conseguía alojamiento y mesa en la casa de un personaje como el contador Quitanilla, favorito de los reyes; le protegían los priores de ricos conventos; tenía pláticas con la gente de la corte, y al fin le escuchaban los monarcas, mientras España andaba revuelta en las últimas guerras con los moros, había de atender a los choques políticos en Francia e Italia, tenía poco dinero y necesitaba tiempo y reflexión para cosas más urgentes e inmediatas que buscar un nuevo camino que llevase a la «tierra de las especierías»... ¡Si se hubiese presentado como español!
Los hombres dotados de esa extrema sensibilidad, tienen en general una cierta debilidad de voluntad que les hace replegarse en sí mismos al menor contacto extraño, y tanto mejor para ellos, pues así están al abrigo de los choques violentos del mundo que los rodea y que no serían capaces de soportar, pero ¡ay de aquellos a quienes una voluntad indomable, un carácter violento y apasionado, arrastran directamente al centro de los escollos y de las zarzas!
Se adivinaba en ellos al batallón predestinado que siempre llega á tiempo para sostener los choques más rudos; el que aparece puntualmente en los lugares de mayor peligro, con esa mansedumbre heroica del fuerte, que deja que le exploten, y trabaja, no sólo por él, sino por todos los demás que trabajan menos. ¿Dónde no habían peleado estos hombres?
Cuando lo conseguimos, no encontramos nada capaz de satisfacer nuestra curiosidad. Parece mentira que las cosas humanas marchen de una manera tan monótona, que haya tan pocos choques de ferrocarriles, dada la extensión de líneas férreas y tan raros crímenes horribles, dadas las condiciones de nuestra amable especie. He ahí, por fin, el famoso puerto de Nueva York.
Cerca de él, en el mismo piso, una puerta se había rajado con sordo crujido, no pudiendo resistir varios empujones formidables. Sonaron gritos de mujer, llantos, súplicas desesperadas, ruido de lucha, pasos vacilantes, choques de cuerpos contra las paredes. Tuvo el presentimiento de que era Georgette la que gritaba y se defendía.
Era un gemido que ensanchaba su intensidad; un triángulo sonoro, con el vértice en el horizonte, que se abría al avanzar, llenando todo el espacio. Luego ya no fué un gemido, fué un bronco estrépito; formado por diversos choques y roces, semejantes al descenso de un tranvía eléctrico por una calle en cuesta, á la carrera de un tren que pasa ante una estación sin detenerse.
Palabra del Dia
Otros Mirando