Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de octubre de 2025
«Tendré que enviar un hombre á mis expensas pensó . Esto será caro, pero no importa; lo principal es dormir con tranquilidad y que no se me aparezca la pobre difunta llevando el niño de la mano....» ¡Ay, el niño, con su llanto silencioso y su carita de muerto!... Este era el que le aterraba más en la lúgubre visión.
Empezó a frotar. ¡María Santísima y qué primer agua la que salió de aquella empecatada carita! Lejía pura, de la más turbia y espesa. Para el pelo fue preciso emplear aceite, pomada, agua a chorros, un batidor de gruesas púas que desbrozase la virgen selva.
Y si no ha vuelto, volverá... Quiere decirse que te hará la rueda cuando venga y se entere de que ahora vas para santa. Tú sí que eres boba... déjame en paz. Y suponiendo que venga y me ronde... ¿A mí qué? Sor Natividad examinó el brochado y vio «que era bueno». Satisfacción de artista resplandecía en su carita seca.
Al calor de esas páginas que sólo se escriben y se leen en una edad, yo había visto aparecer a Valentina como Mussette o como Francine, llena de poesía, con su carita jovial, sus ojos negros, su cabello castaño ondeado, sencillamente ataviada de cintas color rosa; la boca roja y fresca como las guindas; toda esta cabecita deliciosa, sostenida por una figura llena de distinción.
La chiquilla que se presentó acto continuo dando saltitos como una urraca tampoco tenía gran cosa de árabe. Representaba unos trece años, aunque después supe que contaba diez y ocho, y era de una estatura inverosímil: poco más de un metro levantaría del suelo. Con esto, la carita redonda y no desgraciada, los ojillos vivos y a medio cerrar, los ademanes resueltos y petulantes.
En la plaza de la Constitución vio a don Eugenio, que miraba de lejos el milacre, apoyado en el viejo bastón y mostrando su carita de pascua por el embozo de su capa azul, que no abandonaba hasta bien entrado el verano. El pobre señor acogió a Juanito con una sonrisa de gozo. ¡Hombre, cuánto me alegro de verte...! Tú no tendrás quehacer, ¿verdad?
Acercóse Ratón Pérez, llevando al rey Buby de la mano, y al ver éste de cerca al pobre Gilito, asomando las yertas manecitas por los trapos miserables que le cubrían, y pegada la preciosa carita al seno de su madre, para buscar allí un poco de calor, angustiósele el corazón de pena y de asombro, y rompió á llorar amargamente.
De manera, hijo observó don Adrián, dale que dale al codo, pero muy suave y lentamente, con el gorro sobre las cejas y la carita rechupada , que por fas o por nefas... eso es, pues propiamente luz, no resulta del relato: por fas o por nefas, repito, esa nube no ha cogido a nadie más que a nosotros... a nosotros dos, eso es. ¡Caray si es duro eso de pensar!
¿Eh, quién va? dijo entonces, volviéndose. Entre las sombras de la sala distinguió la figura de la niña que estaba antes sentada debajo del corredor. Podría contar quince años de edad, y a lo que logró percibir, tenía una carita redonda y morena, bastante insignificante, y gastaba el cabello en trenza todavía. Dice mi tía que si quiere V. cenar manifestó la chica, con voz temblorosa.
Al entrar al fin en la última calle, ya tenía el niño la mano en la llave de la portezuela, dispuesto a abrirla, asomando al mismo tiempo la carita, porque de seguro estarían esperándole en algún balcón su padre, su madre, o Lilí, o quizá los tres juntos... Ya les enseñaría él desde allí abajo los premios, y creerían que no era más que uno, y verían luego que eran cinco y dos excelencias. ¡Qué risa entonces!... Pero los balcones estaban todos cerrados, y no se veía en ellos alma viviente.
Palabra del Dia
Otros Mirando