United States or Algeria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y como ciudad principal, centro y cabeza de este nuevo mundo, ponía él a Buenos Aires, su patria, en cuya ingente plaza mayor se levantaría grandioso monumento, más alto que la más alta de las pirámides, a la memoria de Juan Manuel Rosas, precursor y fundador de la nueva era y tremendo nivelador y constructor del camino por donde el linaje humano en América había de subir a tamaña altura.

Y al dársela yo y al despedirme, ¿dejaría las cosas como estaban? ¿Levantaría un poquito más la punta del velo, o no la levantaría?

En cuantito que colocara a las dos criaturas, se acostaría para no levantarse hasta el día del Juicio por la tarde... ¡y se levantaría el último!

Don Joselito, que había protestado con toda su elocuencia tribunicia, estaba en la cárcel junto con otros amigos. El banderillero, que deseaba compartir su martirio, se había visto obligado a abandonarlos para vestir el traje de luces e ir en busca de su maestro. ¿Y este atropello a los ciudadanos iba a quedar impune? ¿Y el pueblo no se levantaría?

Quisiera la muerte de todos ellos, ¡de todos!... ¡El mal que han hecho en mi vida!... Quisiera ser inmensamente hermosa, la mujer más hermosa de la tierra y poseer el talento de todos los sabios concentrado en mi cerebro, y ser rica, y ser reina, para que todos los hombres del mundo, locos de deseo, vinieran á postrarse ante ... Y yo levantaría mis pies con tacones de hierro, é iría aplastando cabezas... así... ¡así!...

Un libro que todo esto, mas que esto, ó parte de esto enseñara sin decirlo, sin revelar su pretension, sin dejarla conocer siquiera, seria indudablemente un buen libro, y por cierto que levantaria el nivel moral é intelectual de sus lectores aunque dijera naides por nadie, resertor por desertor, mesmo por mismo, u otros barbarismos semejantes; cuya enmienda le está reservada á la escuela, llamada á llenar un vacio que el poema debe respetar, y á corregir vicios y defectos de fraseologia, que son también elementos de que se debe apoderar el arte para combatir y estirpar males morales mas fundamentales y trascendentes, examinándolos bajo el punto de vista de una filosofia mas elevada y pura.

Cualquier día levantaría ella el vuelo; lo había dicho muchas veces, se marcharía pronto, cuando terminase la primavera. ¿Qué le quedaba a él?... Obedecer a su madre; se casaría y tal vez esto le distrajese. Poco a poco iría creciendo su afecto por Remedios y tal vez llegase a amarla con el tiempo. Estas reflexiones le daban un poco de tranquilidad; le sumían en una inconsciencia agradable.

Levantose la chulita muy tarde y recibió un recado de su amigo diciéndole que estaba mejor y que se levantaría y saldría a la calle con permiso del tiempo. Esperó su visita, y en tanto no cesaba de cavilar en lo mismo.

Asistiría al día siguiente al entierro de su amada y por la noche concurriría al teatro para oír desde su palco el último acto de Otelo, aquella romanza del Sauce, aquel último canto del cisne, obra maestra de Rossini que tanto gustaba a Magdalena. Después regresaría a casa y allí se levantaría la tapa de los sesos.

Creyó al principio que «su pasión noble, sublime, le levantaría cien codos sobre todas aquellas miserias», pero el oleaje de la falsa indignación pública salpicaba su alma, llegaba tan arriba como su deliquio sin nombre; y la ira le borraba del cerebro muchas veces las más puras ideas, las impresiones más dulces y risueñas.