Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Esta idea me asaltó en aquellos instantes y resuelto á morir á la vista del cielo fuera de aquel ataúd, me puse de pie para salir de la cámara. En aquel instante la campana dió los tres cuartos. La luna debía estar en su carrera visible. La percepción de la campanada se confundió con la visual al barómetro. ¡¡¡Principiaba á subir!!! ¡¡¡Nos habíamos salvado!!!
La primera idea que le acometió después, fué ésta: «Voy ahora mismo a la redacción del Joven, y hago pedazos a cuantos encuentre dentro». Se puso el sombrero que se había quitado, y salió de la estancia. Pero al llegar a la escalera, se le ocurrió otro pensamiento; el del gran escándalo, la campanada que iba a dar en la villa. Iba a confesarse burlado ante la población entera.
Madre e hija dieron mil gracias a don Paco por su buena intención, mostrando repugnancia en aceptar por el qué dirán y sosteniendo que cuando viesen a Juanita con traje tan lujoso todo el lugar se alborotaría, adivinaría que la seda era regalo de don Paco y él y ellas darían una estruendosa campanada. Nada contestó don Paco a tan juiciosos razonamientos; pero hizo algo más elocuente y persuasivo.
Es un carácter huraño el de las clases pudientes; una honda división las separa del pueblo. Y los señores, cuando dan las ocho de la noche, si quieren salir de casa, han de hacerse acompañar de dependientes y criados... Suena una larga campanada grave, melódica, sonorosa, pausada.
Andando en esto y «regoldando» ya el gigante por no tener su estómago cosa de más jugo en que entretenerse, oyóse una campanada de reló hacia lo más obscuro y remoto de la estancia. ¡Las diez y media! dijo mi tío revolviéndose en el banco . Me parece que ya es hora de que te dejemos en paz. El viaje te habrá molido bien los huesos, y tendrás ganas de tumbarlos en la cama.
¡Y vamos! que eso de casarse no sucede todos los días... y es natural que trastorne un poco... es cosa grave, muy grave, ya me lo avisó el Padre Urtazu..., y así es que yo anoche no pegué ojo, y conté todas las horas, las medias y los cuartos que dio el cuco de la antesala... a cada campanada que oía.... ¡tam, tam!, exclamaba yo ¡maldito! aguárdate, que voy a taparme la cara con las sábanas, y a llamar el sueño, y no volverás a hacer de las tuyas..., pero ni por esas.
Hacía fresco, y para entrar en calor comenzó a pasear por el andén, presa de una impaciencia en que acaso era curiosidad la mayor parte: cada dos minutos miraba al reloj, y constantemente tenía el oído atento, esperando escuchar un timbre eléctrico, una campanada, un silbido, cualquier señal que anunciase la llegada del tren.
Salid. Después añadió con acento de desprecio. ¡Estrechar la mano á mis criados! tiene los gustos bajos de su padre. Esta conclusión la satisfizo, aunque no fuera justa, y Clementina volvió á entregarse á sus ocupaciones habituales. Á los tres días y á eso de las tres de la tarde, estaba Herminia trabajando bajo el emparrado, cuando la hizo estremecerse una campanada que sonó en la verja.
Si el respeto que a usted debo no anudase mí lengua replicó doña Inés , me atrevería a decir que está usted loco de atar. ¿Cómo defender el escándalo, la campanada que ha dado esa chica, transformada de repente en princesa, como en los cuentos de hadas? Tiene chiste el que le haya dado a usted la levita. Ya se la cobrará con usura.
Una campanada del reloj del comedor la despertó de aquella somnolencia de fiebre; tembló de frío y a tientas otra vez, el cabello por la espalda, la bata desceñida, y abierta por el pecho, llegó Ana a su tocador; la luz de esperma que se reflejaba en el espejo estaba próxima a extinguirse, se acababa... y Ana se vio como un hermoso fantasma flotante en el fondo obscuro de alcoba que tenía enfrente, en el cristal límpido.
Palabra del Dia
Otros Mirando