Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de mayo de 2025


A la una... a las dos... ¡Cornias! dijo en voz alta , atraca otra vez... y aguárdate así, que vuelvo enseguida.

Esta tapadera de cristal la colocaremos aquí junto a Eulalia, ¿no es eso?... El recipiente superior lo pondremos delante de Vicente, ¿qué tal?... Bien; queda colocado... acordarse bien... queda colocado delante de Vicente... El pasador aquí a mi derecha... no olvidarse... El recipiente de la leche, ¿dónde colocaremos el recipiente de la leche?... Aguárdate un instante, hombre... lo colocaremos, si no os parece mal, aquí delante de Arturo... acordarse bien, delante de Arturo...

Basta ya de sahumerio, y ponte a hacer la cena. ¿Cuánto dinero tienes? ¿Qué quieres que te traiga?... ¡B'rrachona! no haber diniero... Llevarlo los embaixos, dormida. ¿Qué te traigo? murmuró la mujer negra tambaleándose y cerrando los ojos . Aguárdate un poquitín. Tengo sueño, Jai».

Razón tienes; no eras entonces . Trato de figurarme cómo eras y no lo puedo conseguir. Quererte yo y ser como a ti mismo te pintas son dos cosas que no puedo juntar. Dices bien, quiéreme mucho, y lo pasado pasado. Pero aguárdate un poco: para dejar redondo el cuento, necesito añadir una cosa que te sorprenderá.

Á la conclusión hay una batalla entre un tabernero, una castañera, un granuja callejero y otros héroes de igual jaez, que componen sus personajes. Después que han sucumbido la mayor parte en la contienda, termina la tragedia de esta manera: TÍO MATUTE. Aguárdate, mujer, y no te mueras... Ya murió: yo también quiero morirme, Por no hacer duelo ni pagar exequias. ¡Ay, padre mío! Escúchame.

Aguárdate un poco dijo Simón, fascinado de repente con la indicación de su mujer . No había dado yo en lo del estanco. Y de este modo continuó Juana, explotando aquella favorable actitud de su marido podríamos enseñar algo a la niña para el día de mañana, si la suerte quiere favorecerla con un buen acomodo.... Porque aquí, ya ves que nada bueno puede aprender.

Daban un panecillo a cada muchacho, y esto ayuda. Pero aguárdate; un día y otro no, me hacía novillos el tunante. Después le puse en los Católicos de ahí abajo, y se me escapaba a las pedreas... Es un purgatorio saltando. Nada, nada, a trabajar. ¡Qué puñales!..., no están los tiempos para mimos. Estoy muy mal de acá, hija.

Aguárdate un poquitín, un poquitín». Llamó para que viniese a la puerta la chiquilla, y le dijo: «Oye, niña, a ver cómo le entretienes un momentito, que tu ama no puede tardar. Mécele en su cunita, cántale algo, sosona».

hazte el cargo: ya que la casualidad te metió en Peleches por primera vez de noche cerrada, la gracia de la cosa está para en estimar yo mismo el efecto que te produzca lo que te vaya poniendo delante de los ojos, y que no se ve todos los días ni en todas partes. ¿Te enteras? Pues no hay más. Pero aguárdate un poco... ¡Catana!... ¡Catana!...

Te andas por las alturas... el ramo de señoritas está mal: aguárdate, que voy a decirte.... Levantose Colmenar, y abriendo un cajón de su pupitre, sacó una tira de papel, rancia y amarillosa, cubierta de nombres, que recordaba las listas de proscripción.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando