United States or Uzbekistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Caramba! señorita respondiome Petrilla, parándose de nuevo sobre sus piernas, si son buenos mozos, creo que se ven cosas algo más desagradables. Este modo de examinar la cuestión, me dio que pensar. No hablo de lo físico proseguí yo, alzando los hombros, sino de lo moral. Yo los encuentro muy simpáticos, por cierto respondió Petrilla, brillándole los ojos.

Vistiendo un smoking azul con galones de oro, brillándole la calvicie sudorosa y acariciándose las barbas, iba desenredando lentamente su madeja oratoria. Una gran parte del auditorio no le comprendía, pero todos conservaban la mirada puesta en él, con la fijeza de la incomprensión, aumentándose con esto los titubeos verbales del marino.

¡Bueno, amigo!... ¡Me alegro!... ¡Estoy salvado!... Figúrese que necesito trescientos pesos por cuatro o cinco días para un compromiso, y un usurero a quien le llevé la prenda me dijo que ésta no era buena y que por ello, si me daba los pesos por cinco días, me cobraría cincuenta de interés. ¡Qué bárbaro! dice el almacenero, escandalizado, pero brillándole los ojos.

Alzados ambos sobre los estribos y blandiendo las lanzas, era evidente que dirigían un reto á los caballeros ingleses. ¡Un cartel, por vida mía! gritó el barón, brillándole el único ojo que tenía descubierto. No se dirá que el barón de Morel ha rehusado tan cortés propuesta. ¿Y vos, Fenton?

Pues á darles gusto y que dejaran el sitio libre á los pecadores, á los malvados que aman este mundo y se conforman con todos sus defectos y tristezas, sabiendo que más allá no existe otro mejor. Aresti hablaba con una vehemencia feroz, brillándole los ojos con fuego homicida. Eres un inquisidor dijo su primo soriendo. Parece mentira que un hombre moderno como se exprese de tal modo.

, lo tendrás dijo Jaime . Y si tu padre no te lo da, yo te compraré el mejor que encuentre en Ibiza. El muchacho se frotó las manos, brillándole los ojos con fulgores salvajes. Es sólo para que seas hombre como los otros continuó Febrer ; pero ¡nada de usarlo! Un simple adorno nada más. Pepet, ansioso de realizar cuanto antes su deseo, contestó con enérgicos movimientos de cabeza.

Al oír estas palabras los dos jóvenes deslizáronse de sus asientos y cayeron de hinojos a los pies del doctor, que poniendo las manos sobre sus cabezas, alzó los ojos al cielo brillándole de gozo la mirada mientras sus labios parecían murmurar una oración de gracias al Altísimo. Ellos, en tanto, con timidez y en voz baja se decían: ¿Es cierto que me amaba usted hace ya tiempo, Antoñita?

Era una fiesta de juventud, un alarde de fuerza y cohesión para que rabiasen los viejos. Eran las tres de la madrugada cuando despertó Feli sintiendo en la frente el contacto de unas manos. Lo primero que vio fue la cara de Isidro, pero transfigurada, con las mejillas rojas, brillándole los ojos con un fulgor extraordinario.

Minerva está con Aquiles: le dirige los golpes: le trae la lanza, sin que nadie la vea: Héctor, sin lanza ya, arremete contra Aquiles como águila que baja del cielo, con las garras tendidas, sobre un cadáver: Aquiles le va encima, con la cabeza baja, y la lanza Pelea brillándole en la mano como la estrella de la tarde.

Lo dijo aproximándose á ella hasta lanzarle su aliento á la cara, brillándole los ojos como si por ellos se le saliera toda la verdad; y después de esto, arrepentido otra vez, miedoso, aterrado por sus palabras, echó á correr como un niño. ¡Tonet la quería!... Hacía dos días que la muchacha esperaba estas palabras, y sin embargo le causaron el efecto de una revelación inesperada.