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El más joven de ellos, un chico de diez y seis años, al verle con la bandeja colmada y dispuesto a marcharse, se fué por detrás, y dándole un manotazo hizo saltar todos los mendrugos, que cayeron esparcidos por el suelo.

Esta última se tomó para castigo de Andronico, y de los Griegos que apartados de la obediencia de la Romana Iglesia, madre universal de los que militan en la tierra, cayeron en mil errores y por ellos, y por los demas pecados que antes se siguieron, permitió Dios que los Catalanes fuesen los ministros de su ejecucion.

Cayeron enfermos casi todos sus compañeros, que llegaban á sesenta, porque se marearon con extraordinaria inapetencia y fastidio de la comida; á que se siguieron otras enfermedades, de que murieron ocho de los Jesuitas, como dije en la vida del P. Caballero, que pasó también á Indias en esta ocasión.

877 Aquella parda maldita me tenía medio afligido, y ansí; me había sucedido que, al decir "Estirpación", le acomodé "Entripación" y me cayeron sin ruido. 878 El recuerdo y el dolor me duraron muchos días; soñe con las herejías que andaban por estirpar y pedía siempre al rezar la estirpación de mis tías.

13 Y Asa, y el pueblo que con él estaba, los siguió hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos [hombre con] vida; porque fueron deshechos delante del SE

43 los cuales cercaron a los de Benjamín, y los siguieron y hollaron, desde Menúha hasta enfrente de Gabaa al nacimiento del sol. 44 Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra. 46 Así todos los que de Benjamín murieron aquel día, fueron veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra.

Adiós, recibid mi alma. Dorotea.» Y por bajo se leía: «Decid á don Francisco de Quevedo, que en mi casa, en un cajón de la mesa de la sala, está mi testamento; que lo haga cumplirDos lágrimas, gordas, enormes, de Quevedo, cayeron sobre este papel. Luego le dobló en silencio, y le guardó. Padre Aliaga dijo dirigiéndose al religioso que oraba en silencio , vos os quedaréis, ¿no es verdad?

Cayeron al suelo ambos enemigos estrechamente unidos, logró el castellano dominar á su adversario, de cuerpo más endeble que el suyo, y posándole una rodilla en el pecho alzó el brazo armado para poner de una estocada fin al furioso combate. Pero nunca llegó á dar el golpe mortal.

Estos poetas, y especialmente los dos primeros y el último, gozaron en su tiempo de gran celebridad, según testifican las repetidas alabanzas, que de ellos hacen los autores coetáneos ; pero luego cayeron de tal modo en olvido, si se exceptúa Guillén de Castro, que acaso desde hace dos siglos se escriben aquí sus nombres por vez primera.

Pero todo salió bien, cayeron en nuestro poder el rey Juan y su hijo, Nelson y yo descubrimos un carro con doce barriles de vino generoso destinado á la mesa del rey... y no cómo fué, muchachos, pero os aseguro que no me acuerdo de lo que sucedió después, ni tampoco pudo recordarlo Nelson. ¿Y al día siguiente?