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Penosa alternativa para aquel incorregible vividor, mariposa de noche que prefería al aire puro de los bosques la atmósfera asfixiante de los salones, que volaba de flor en flor y se complacía en las intrigas femeninas como una vieja coqueta, pero sin renunciar a jugar su partida ni resignarse a pasar a la reserva.

Los viajeros convinieron todos en que aquellos arenales daban una idea bastante aproximada de los desiertos de África, y don Mariano expresó la opinión de que sería muy fácil fijar la arena por medio del esparto y otras plantas adecuadas y convertirlos pronto en magníficos bosques de pinos.

Los labuyos ó gallos silvestres, de menor tamaño que los domésticos, son muy numerosos y abundan en los bosques. Palomas. La llamada curucuru, con la cabeza color púrpura. El gura ó pichón coronado y el batobato dongon, de mucho tamaño y variado plumaje. La de puñalada, que recibe este nombre por la mancha roja que ostenta en el pecho, y las de orejón y de anteojos.

Ya están quietas las pagodas, ya están quietas cual quelónidos fosfóricos que han plegado sus aletas, escindidas en las ramas de los bosques madrepóricos.

La vista abarca todas las faldas de la Sierra, cuyas crestas coronadas de nieve brillan magníficamente; reposa con placer sobre los hermosos bosques y prados del inmenso parque, y se deleita en la contemplacion de los lindos jardines y las espléndidas alamedas que circuyen la casa del Príncipe, como de los suntuosos patios y terrazas del pié del palacio, cuyas fuentes arrojan graciosamente sus aguas saltadoras entre grupos de arrayanes artísticamente cultivados.

En las alturas de las montañas descuellan los hermosos bosques; mas abajo las faldas y colinas ostentan un cultivo esmeradísimo y variado. Hácia las márgenes de la ria el suelo está sembrado de lindas casas de campo que imitan los chalets de Suiza, de elegantes iglesitas en medio de jardines, de ricas arboledas y huertos, y de fábricas diversas y algunas fundiciones de hierro.

Acompañe al descanso de las espadas la obra de la predicacion; suceda al tráfago de la guerra y al clamor de los combates la agitacion pacífica de los ingenios; enmudezcan en buen hora los atabales, pero óigase por do quiera el rumor de la gente consagrada al trabajo de la palanca, de la fragua, del cincel y del martillo: para el grandioso objeto á que eres llamado Allah te permite tambien esplorar y remover las secretas entrañas de los montes: haz abrir las canteras de la vecina sierra, haz amasar la tierra regada con la sangre de los infieles y rebeldes, haz cortar los árboles de los bosques en que fueron clavados los caudillos traidores; yo te inspiraré la forma que has de ordenar para la Caaba del Occidente, y cuando ya la tengas erigida, la poderosa voz de los lectores y alkhatibes arrullará el sueño de los leones africanos, y el armonioso concierto de los almuedanes lanzado á los cuatro vientos desde el enhiesto alminar, hará enmudecer cinco veces cada dia el importuno clamor de las campanas de Cristo . «Dios es grande.

En la montañosa, principalmente del lado del Jura, se ven ricos prados naturales, poblados de pastores, ganados, queserías y chalets, y de extensos y espesos bosques de pinos, hayas y abetos explotados para el comercio de maderas.

El pianista veía los puertos solitarios de los países históricos y muertos, con sus rondas de gaviotas sobre la tranquila copa azul; las bahías gigantescas llenas de humo y actividad de la América del Norte; las riberas antillanas, con sus bosques de cocoteros, negros sobre un cielo enrojecido por el ocaso; las islas del Pacífico, de duro coral, formando un anillo en torno de un lago interior... ¡Y aquel mago omnipotente confesaba la pérdida de sus riquezas!...

»Yo pensaba en Pablo y Virginia, en aquellos dos muchachos extraviados también como nosotros, pero que siquiera contaban con Domingo y su perro. Cierto es que los bosques de la isla de Francia son más solitarios que los de Ville d'Avray; pero para nosotros, dada nuestra situación de ánimo, en aquel instante, no había entre aquéllos y éstos la menor diferencia.