Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de mayo de 2025


Es usted muy bueno y desinteresado balbuceó la señora mientras proseguían su marcha. ¡Es tan agradable encontrar un hombre de corazón, una persona con quien poder simpatizar en una sociedad tan endurecida e insensible como la que nos ha tocado en suerte!... Y Lady Clara bajó los ojos, pero no antes de que hubiese producido el efecto ordinario sobre su acompañante.

¿Estás segura de que es á ver á tu profesor de canto á donde vas? Mi acento, mi actitud y mi palidez la turbaron repentinamente. Retrocedió un paso y balbuceó: ¿Pero qué me preguntas? ¿Por qué había de engañarte?

La señora Aubry no comprendía. Azorada de oír una confidencia tan inesperada, balbuceó: ¿ eres feliz? Mamá, yo no quiero casarme con Huberto Martholl. Pero ahora soy libre. La rara conducta del señor Martholl me deja libre, libre, libre. ¡Qué dicha! ¿Pero qué ha pasado entonces? ¿Por qué no me has enterado de la transformación de tus sentimientos?

¡Soy yo quien te llama, hijo! profirió la señora irguiendo altivamente la cabeza. Todavía tardó aquél en aparecer. Al fin se presentó y cruzó el gabinete tan confuso que bien se notaba que había visto a Mario, por más que afectase otra cosa. ¿Qué tenías que hacer, hijo? le preguntó la señora con acento altanero. Moreno balbuceó una disculpa ininteligible.

Yo pensaba entonces que el escuro perfume de los jardines era vuestro aliento, ¡y mis pupilas, fijas en la altura, querían adivinar lo que sabían y aun saben de nosotros las estrellas!... ¡Yo os adoro, Beatriz!... La niña suspiró otra vez, y Ramiro sintió que su manita buscaba la suya. Sus dedos se entrelazaron, se ciñeron apasionadamente. ¡Cuán dichoso me siento! balbuceó entonces Ramiro.

¿Qué tienes, hija mía? volvió á decirla el piadoso viajero, dando más dulzura á su palabra y á su ademan. La muchacha, con el rostro encendido, llorando todavía á despecho suyo, balbuceó: Quiero ser monja. ¿Sabes, repuso San German, los sacrificios, las virtudes, el olvido y la fe que te reclama el estado á que aspiras? Yo no nada, contestó la muchacha, turbada aún.

Veía al pequeñín cuando lo colocaba su padre sobre la dura espina del animal, golpeando con sus piececitos los lustrosos flancos y gritando «¡arre! ¡arrecon infantil balbuceo.

Es del notario de mi familia. Esta carta, llegada de Italia, le daba cuenta de la muerte de su madre. «Desde que usted se marchó á América, la salud de la señora marquesa quedó tan profundamente quebrantada, que todos esperábamos tal desgracia de un momento á otro. Ha muerto pensando en usted. Su nombre fué lo último que balbuceó en su agonía.

¡Por eso, anoche...! balbuceó Momoy. ¿Anoche? repitió Sensia entre curiosa y celosa. Momoy no se decidía, pero la cara que le puso Sensia le quitó el miedo. Anoche, mientras cenábamos, hubo un alboroto; la luz se apagó en el comedor del General. Dicen que un desconocido robó lámpara que había regalado Simoun. ¿Un ladron? ¿Uno de la Mano Negra? Isagani se levantó y se puso á pasear.

A la vieja le fué antipática por sus ademanes varoniles, por la mirada altiva con que la midió de pies á cabeza y por su voz áspera. Buena mujer, si es para pedir un socorro á la señora, venga otro día. La señora no está. Balbuceó la vieja de indignación.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando