United States or Kiribati ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y así, cuando Newton, viendo caer una manzana madura, vio en ello un motivo diferente de la voluntad de Dios, "se le acusó, dice White, de haber quitado a Dios la acción directa sobre su obra que le atribuye la Escritura, para transferirla a un mecanismo material y substituir la gravitación a la Providencia."

Al principio jugaba de capirotazos y vueltas á riquicho con sus contemporáneos, mientras guardaban el ganado; después jugó los pocos cuartos que tenía, y en cuanto ganó una peseta, se fué un domingo al corro, acusó las cuarenta al cura en una sección de tute, echó en otra de mus un órdago á la mayor al secretario del concejo, y se armó para toda la semana. Desde entonces ya no se aburría.

Me dixo bravo, qual corrido toro: No yo para que nadie me puso En lista con tan barbaro decoro. Asi el discreto Apolo lo dispuso, A los dos respondí, y en este hecho De ignorancia ó malicia no me acuso. Fuime con esto, y lleno de despecho Busqué mi antigua y lobrega posada, Y arrogéme molido sobre el lecho: Que cansa quando es larga una jornada.

Así es, se lo juro; pero no me atribuiré un mérito que no es mío, y que sólo pertenece a quien me ha respetado. », monseñor; el sobrino de usted es inocente de las faltas de que le acusa, y si se ofende al Cielo amando con toda el alma, es un crimen de que me acuso, pero del cual él no es cómplice. »He aquí la resolución que acabo de tomar.

Por eso no lo acuso a él, sino a usted... ¿Cómo le ha permitido usted hablarle de su amor y escribirle, cuando el honor exigía que le hiciera callar a la primera palabra? Es verdad... He hecho mal, y lo siento amargamente... Piense usted, sin embargo, que nuestro porvenir era incierto y nuestro casamiento una eventualidad lejana.

Porque hoy hace un mes dijo, no ocultándome que se fijaba en las fechas, que nos separamos una noche diciendo usted hasta mañana al despedirse. Y no he vuelto, es verdad; pero no es de eso de lo que me acuso con pena, no, de lo que me acuso mortalmente... ¡De nada! interrumpió ella imperiosamente. Y desde entonces continuó en seguida, ¿qué ha sido de usted? ¿Qué ha hecho?

Te acuso de haber ido á declarar bajo la fe del juramento lo que sabías que era falso, acto que constituye un crimen para todo hombre honrado, pero que en ti, Sorege, mi amigo, mi hermano, como decías hace un momento, es la acción más baja y más cobarde que se puede cometer. Aquí tienes de lo que te acuso, puesto que deseabas saberlo. Sorege soportó aquel terrible apóstrofe con absoluta firmeza.

Y el piloto empezó á arrepentirse de sus consejos. ¡Abandonar el Mare nostrum, que era el mejor de todos los buques en que había servido!... Se acusó de cobardía, creyendo que era él quien había impulsado al capitán á tomar esta decisión. ¿Qué iban á hacer en tierra los dos cuando el vapor fuese de otros?... ¿No tendría él que embarcarse en un buque inferior, corriendo los mismos riesgos?...

Sorege estaba siendo objeto de una verdadera revista por parte de la colonia americana y sufría filosóficamente todos los cumplimientos de los compatriotas de su prometida. Al ver entrar á Marenval y Tragomer, un ligero fruncimiento de cejas acusó solamente su contrariedad.

Vio entrar en él a su amigo, a su De Pas, a quien sonrió cariñosa, con la dulzura que a él le entraba por las entrañas como si fuera fuego; el Magistral no sonrió, pero su mirada fue intensa; duró muy poco, pero dijo muchas cosas, acusó, se quejó, inquirió, perdonó, agradeció... Y pasó don Fermín. Entró en el coro y se fue a su rincón.