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Un hombre que estaba en la abertura de la cerca y que extendía el puño hacia ellos, gritó con toda la fuerza de sus pulmones: ¡Ah, ah, bribona, estás otra vez ahí! Corro en busca de la condesa para hacerle saber lo que pasa aquí. Esta vez te va a salir mal. Elena se puso vivamente de pie, azorada por aquella amenaza, y huyó hacia la casa dando gritos agudos.

Pero aquel imperceptible rumor hizo incorporar instantáneamente a la hermosa morisca. Creía verla aún caminando hacia él, de modo lento, sus enormes ojos clavados con espanto en la abertura. Había adivinado: apenas hubo entrado en la cuadra del baño, exclamó: ¡Eres , Ramiro! ¡Eres ! Luego, la brega muda, terrible.

La partida, en efecto, se había cerrado en forma de herradura; la abertura quedaba hacia el Paraná que corría 20 varas más abajo: tal era la altura de la barranca.

El doctor Gaspari ha sido el primero en preconizar el carbon animal en el bubon indurado. Este mismo medicamento ha evitado muchas veces la supuracion y su abertura, ó el orígen purulento de los bordes endurecidos, en circunstancias en que el mercurio habia concluido su indicacion ó se le habia dado con esceso. El clematis tiene propiedades análogas que puede ser conveniente utilizar.

¡Ah, Dios mío! exclamaron las dos mujeres . ¿Federico estuvo con vos en el jardín? , yo quería llamaros; pero me pidió tanto que no lo hiciera. No tuve el valor de hacerlo. Sus ojos, su voz... Mientras que yo lo oía en un culpable abandono de misma, el peón jardinero se acercó a la abertura del cerco.

Mira dijo Pecado abriendo su mano y mostrando algunas pesetas. ¿Quién te ha dado eso? Gaitica. ¿Gai...? Tica, tica. ¿No lo conoces? Es un caballero, un amigo mío. ¿Y por qué te ha dado ese dinero? Porque me lo gané. ¿Cómo?». Mariano guardó las monedas para dejar desembarazada la mano, metió esta luego por una abertura de su pantalón y...

El bufón se retiró sin ruido, la miró un momento al través de la abertura del tapiz con una mirada profunda, en que había tanta ternura hacia ella, como amenaza, como cólera hacia los que causaban el doloroso estado de la joven. Está sola dijo y entró con él; él debe estar con la otra; busquemos otro camino; es necesario saber de lo que tratan esos miserables.

Lo más singular es la tapadera que cierra tan exactamente la boca que es imposible se derrame una gota de agua, aunque haya vientos fuertes, ó se vuelva el jarrito boca abajo: á esta firmeza de la tapadera contribuye el diente ó laminilla, que tiene por debajo, hacia donde suelen estar los goznes de una vinagera, la cual encaja entre una pequeña abertura que dejan entre los extremos del cordón.

O bien nos parecemos á aquel caballero de Nápoles que sostenía que si la Gruta azul estuviese en Francia le habrían abierto grandísima entrada, sin pensar que con mayor abertura hubiera desaparecido todo el maravilloso encanto de la gruta, casi únicamente iluminada por los rayos del sol que surgen refractados del seno azul del mar diáfano.

De lejos no se advertía esta abertura horrible; pero de cerca parecía un anchísimo foso por donde pasaba un río entero, que desde lo alto sólo se escuchaba mugir pausadamente, divisándose apenas una como faja de plata, sin más distinción ni claridad; pues tal y tanta es la altura desde donde se mira.