United States or São Tomé and Príncipe ? Vote for the TOP Country of the Week !


-No te enojes, Sancho, ni recibas pesadumbre de lo que oyeres, que será nunca acabar: ven con segura conciencia, y digan lo que dijeren; y es querer atar las lenguas de los maldicientes lo mesmo que querer poner puertas al campo. Si el gobernador sale rico de su gobierno, dicen dél que ha sido un ladrón, y si sale pobre, que ha sido un para poco y un mentecato.

Y no son los rústicos del lugar, no son los que no me conocen, sino mi mejor amiga la que me sospecha y me injuria. La pobre doña Manolita se quedó aterrada: se compungió, y al cabo se le saltaron las lágrimas. Pero, mujer dijo ; no te enojes por amor de Dios. Yo, sin duda, me he explicado mal. Yo no digo que sea impuro el amor del Padre....

Estoy engañando á mi madre, que es tan perspicaz. Mi madre me juzga demasiado buena... y vela por , como el avaro por su tesoro, cuando el tesoro está ya perdido. No acierto á decírtelo para que no te enojes, y, no obstante, quiero decírtelo. No cumpliría con un deber de conciencia si no te lo dijese. La causa de que mi madre me aparte de es tu tío.

Por Dios, Luz, no te enojes. No he sabido resistir a sus ruegos. Le he traído en mi compañía. Está aguardando en la cuadra alta. Voy a llamarle volando. Antes de que doña Luz consintiese, su amiga, ligera como una corza, había salido en busca del diputado brigadier. Doña Luz no sabía lo que le pasaba. Estaba agitadísima.

El joven quiso sonreir, y contestó, con esfuerzo, que ni la Bolsa ni la prima venían a cuento ahora; él andaba por allí... por capricho, porque le daba la gana. Bueno, hombre, no te enojes; el geniecito de la familia... De la despensa retiró una botella y un trozo de pan, y del saco un envoltorio que, una vez abierto, dejó ver apetitosos relieves de pavo asado y pasteles y rosquillas de maíz.

Lágrimas de despecho empañaban sus ojos verdes. Adriana se acercó a ella vivamente y le tomó las manos. No te enojes, no hablo así para fastidiarte, sino por un desahogo... Pero se calló, como si la avergonzara demostrarle otra cosa que maldad.

Se daría a conocer, ganaría amigos y hablaría de política, de hacienda, de ciencias, de todo, luciendo lo mucho que dicen que sabe... y que hasta lo presente, dicho sea en paz y sin que te enojes, no le ha servido de nada. lo confiesas..., no estáis muy lucidos. Estamos contentos... y no deseamos más. Esa es una virtud..., pero infecunda. Cuando no se aspira no se alcanza.

Como Julio a casa no va, ni quisiera yo que fuese, me harás un gran favor. ¿Pero no has conseguido acaso verte con él aquí, en casa? ¿Quieres una prueba mayor? No te enojes, Charito querida, y escúchame... También lo veo en casa de las Aliaga y es allí donde empecé a quererlo, lo sabes.

Después de un silencio, Ignacio replicó: Yo no los he entendido bien, te repito... No te enojes, que no vale la pena... Mejor es que por ahora no me hables más del asunto, que ya lo comprenderás... Mi hermano Adolfo ha hecho lo posible para servirte, y me pide que le disculpes la mediana instalación del hotel... Te invita para esta tarde... Siempre comerás en casa... Y aprovecharemos hoy bien el tiempo, porque en los alrededores abundan perdices y palomas del monte... Vuelvo a casa y dentro de media hora vengo a buscarte. ¡Hasta luego!

No, así no, así no; si quieres que te acompañe a tu casa... pero, solo no, aunque te enojes y me pegues. ¡A mi casa! exclamó el joven delirante, no puedo ir, no puedo, porque no, porque soy un miserable, ¿entiendes? porque he deshonrado a mi familia, ¿entiendes? porque debía estar ahora en la Penitenciaría, ¿entiendes? escúpeme, Agapo, escúpeme, pero, ¡déjame marchar!