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Luego había sorprendido varias veces los gemelos de ella fijos con insistencia en su persona, buscándolo en su retiro entre barreras. ¡Aquella gachí!... Tal vez se sentía atraída de nuevo por los mozos de corazón. Gallardo pensaba visitarla al día siguiente, por si había cambiado el viento. Sonó la señal para matar, y el espada, luego de un corto brindis, marchó hacia el toro.

Usted no quiere nada con las paisanas: le parecen poca cosa. Todo para las señoras que hablan en extranjero y ni Dios las entiende... No, hijo: ¡si no quiero nada con usted! Paseo mejor solita... Ahí tiene a su yanka mirando al mar con medio ojo y con el otro medio buscándolo a usted. Acérquese, que le espera.

Esta bandera no engañaba á nadie. Sus enemigos conocían el buque, buscándolo con más empeño que si procediese de las marinas aliadas. En su mismo país, muchas gentes que simpatizaban con los Imperios germánicos celebrarían alegremente la desaparición del Mare nostrum y su capitán. La muerte de Freya había influido en su ánimo más de lo que él se imaginaba.

Para , señor Botella, el oro es también una teoría... Pero el Sr. Botella debe prepararse a que la noticia de su descubrimiento sea acogida con algún escepticismo. ¡Ahí es nada encontrar oro en España! Al mismo tiempo que el Sr. Botella, hemos estado buscándolo veinte millones de españoles y no hemos logrado aún pasar de la calderilla.

Tranquilízate; Quilito está en su cuarto... Yo no quería darte este disgusto, me hubiera callado, pero se trata de algo tan grave, tan grave que... mira, Pablo, no hay otro remedio, no lo hay, aunque te rompas la cabeza buscándolo... Es una humillación para nosotros, lo comprendo, pero, ¿qué hacer, cuando la honra y la vida de Quilito están de por medio?

En otros momentos de apuro, Isidro, por no molestar con tanta frecuencia al señor Manolo, se acordaba de su tío el Ingeniero, buscándolo en el café de San Millán. Le veía rodeado de ciertos amigos tan viejos como él, alegres camaradas que formaban el catálogo de cuantas muchachas bonitas existen en los barrios bajos. El Ingeniero no acogió mal la primera petición de su sobrino.