Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de octubre de 2025


Pues bien respondió la de Ribert, que comprendió que no era el momento de insistir, espere usted, la cosa no corre prisa... Si Dios quiere que usted se case, él sabrá enviarle el marido que la convenga. , añadió Genoveva. Hablemos de las solteronas... Eso distraerá a Magdalena. Pronto recobró mi alegría su vivacidad habitual.

Te volví a ver cuando tenías seis años; te encontré entonces alegre, y bien tratada y después, a fe, casi, casi te olvidé; lo que siento profundamente hoy, puesto que no eras feliz. ¿Me tendréis siempre a vuestro lado, desde ahora, tío? , por cierto respondió el señor de Pavol, con vivacidad. Cuando digo siempre... digo hasta mi casamiento, porque yo, me casaré pronto.

Me habló luego mi padre de sus esperanzas amorosas, con un candor y con una vivacidad tales, que se diría que yo era el padre y el viejo, y él un chico de mi edad o más joven. Para ponderarme el mérito de la novia, y la dificultad del triunfo, me refirió las condiciones y excelencias de los quince o veinte novios que Pepita había tenido, y que todos habían llevado calabazas.

Dos caracteres hacen agradable el Mediterráneo sobre todas las cosas: su plan tan armónico y la vivacidad, la transparencia de la atmósfera y de la luz. Es aquél un mar azul muy amargo, saladísimo; perdiendo por la evaporación tres veces más de agua que la que le traen los ríos.

Por las abiertas ventanas penetraban en la habitación roja la clara alegría de la mañana, la sonoridad despertadora de los mil rumores del campo, y su vivacidad fue ganando poco a poco el corazón y el espíritu de Francisco Delaberge. Cuando había llegado ya a las últimas líneas de su informe, distrajeron su atención una serie de rumores y voces que oyó junto a la misma entrada de la hospedería.

El agua de las lágrimas bailaba en las pupilas de sus ojos azules, en que se mezclan la vivacidad y la ternura. Aceleré cuanto pude el fin de la fiesta. Quería librar mi casa de aquella atmósfera de majadería. Los cipreses acabaron por serme molestos. No veía la hora de verlos desfilar a la calle.

¿?... dijo él moviéndose en el sillón con gran desasosiego . Pues doy, pues doy. Guillermina empezó a dar palmadas, gritando: «Hosanna... ya le tenemos cogido». Y con vivacidad, semejante a la de una jovenzuela, echó mano a la llave que estaba puesta en uno de los cajones de la mesa. Eh... ¿qué libertades son estas? gritó su sobrino sujetándole la mano.

En un canapé de paja y sentada entre la chimenea y la alcoba, hay una mujer que parece joven a pesar de sus treinta y cinco años cumplidos. Aún conserva su talle la esbeltez de la niña de quince años, y sus ojos negros, la vivacidad y expresión de tiempos pasados.

Pero cuando volvió el rostro para mirar una vez más hácia su casa, la casa donde se habían evaporado sus últimos ensueños de niña y se dibujaron sus primeras ilusiones de joven; cuando la vió triste, solitaria, abandonada, con las ventanas á medio cerrar, vacías y oscuras como los ojos de un muerto; cuando oyó el debil ruido de los cañaverales y los vió balancearse al impulso del fresco viento de la mañana como diciéndole «adios», entonces su vivacidad se disipó, detúvose, sus ojos se llenaron de lágrimas y dejándose caer sentada sobre un tronco que había caido junto al camino, lloró desconsoladamente.

Y ahora, ¿desea usted que le diga el nombre de ese joven? No murmuró levantando hacia él sus húmedos ojos; después añadió aturdidamente, con una vivacidad en que se descubría a la vez su contento y su angustia: Usted le ha visto... El es quien le ha hablado de ... No, él tiene demasiado orgullo para confiarse así a un extraño.

Palabra del Dia

amitié

Otros Mirando