Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


No había más pieza que la que ocupábamos, y en ella, dentro de aquella atmósfera saturada de comida y humo de tabaco, debíamos dormir no menos de veinte personas. Conseguimos con Mounsey dos catres, atrancamos con ellos la puerta del cuartito, nos tomamos un enorme trago de brandy, y envolviéndonos en nuestras mantas, y sin sacarnos ni la corbata, nos tendimos sobre la lona dura y desnivelada.

Si le dijese tal día, de tal manera me casaré con su hija, como yo mismo no lo , mentiría, y la mentira jamás ha manchado mis labiosPausa. Romadonga vacía de un trago la copa que tiene delante, se limpia con el pañuelo los labios que jamás manchó la mentira, y prosigue: En estas circunstancias especiales, especialísimas, en que nos hallamos, ¿qué partido adoptar?... Conviene que meditemos.

No, ya estoy bien. Y levantándose tomó de la estantería un frasco de azahar, vertió con mano temblorosa una cucharada y la tragó. Después se enjugó el rostro cuidadosamente con el pañuelo y volvió á sentarse. Vamos á ver, ¿qué ha sido? le preguntó cariñosamente el joven.

Sin embargo, el rastro había sido excelente, y habíamos gozado de un deporte muy bueno. Una vez que terminó la cacería, tomé un buen trago de mi frasco y partí a través del campo, en medio de la obscuridad que empezaba a tender su manto.

Pues bueno será que no beban un trago más, porque antes de que cierre la noche me propongo darles tarea cumplida, lanzándolos con mi gente sobre esos piratas normandos y genoveses de quienes habréis oído hablar. Y que llevan consigo buena provisión de caviar y finas especias de Levante y otras golosinas apetitosas que me prometo gustar, dijo el corpulento noble relamiéndose los labios.

Una mañana, al romper el día, D. Salvador, que había hecho noche entre Santa Ana y Chinche, después de haber dejado a su izquierda una pequeña población llamada Buenos Aires, cerca de Chancamayo, la que, según me decía, le había hecho acordarse de los porteños; una mañana, pues, se puso nuevamente en camino, con el espíritu alegre, la mula descansada y caliente el estómago con un trago de aguardiente.

Fray Miguel tomó la copa, y, casi de un solo trago, apuró todo el licor que contenía. El hermano Tiburcio que lo presenciaba y miraba todo en silencio, aproximó un taburete e indicó por señas a Fray Miguel, que en él se sentase. En seguida tomó en los dedos cierto linimento oloroso, que había en un pomito de vidrio, y ungió con él lo más alto de la cabeza, la frente y las sienes del fraile.

Antes de extender la tienda de campaña, bebe un trago de aguardiente, y cuelga con cuidado a la parte de afuera una tabla, y de ella pendiente una bota inutilizada; cualquiera al verla creería que quiere decir: aquí se estropean botas.

El señor, contra las presunciones del granuja, pasó de largo, echándole á la cara una bocanada de humo de su grueso cigarro. Cafetera lo tragó con ansiedad, y retirando de los labios su colilla, se fué detrás del puro. ¿Me da la punta usté? Chocó al interrogado la desvergüenza del raquero. Miróle muy detenidamente, y ¿Quién eres , chicuelo? le preguntó. Yo soy ... Cafetera. ¿De dónde eres?

La misma tartana de que el valiente Santiago se apoderara al abordaje con un buey y sus cuernos y que el no menos valiente capitán acababa de destruir a cañonazos. Comandante, la marea baja, y si usted no tiene cuidado habrá bajado del todo en un instante repitió el muchacho, y de un trago apuró lo que él llamaba la marea, de modo que su vaso quedó seco . ¡Cómo amo este vino de Francia!

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando