Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de junio de 2025


¡El artículo! suspiró nuestro escritor, echando mano á las cuartillas, mojando la pluma con detestable humor y echando pestes contra todos los periódicos y todos los clérigos del orbe. Pasados algunos segundos, pudo fijar sus ideas, y continuó su interrumpida obra del modo siguiente: «Meditemos.

Si le dijese tal día, de tal manera me casaré con su hija, como yo mismo no lo , mentiría, y la mentira jamás ha manchado mis labiosPausa. Romadonga vacía de un trago la copa que tiene delante, se limpia con el pañuelo los labios que jamás manchó la mentira, y prosigue: En estas circunstancias especiales, especialísimas, en que nos hallamos, ¿qué partido adoptar?... Conviene que meditemos.

Estudiémoslo y meditemos su obra de múltiples proyecciones sociales, fecunda y sobria en enseñanzas, que, en la recia urdimbre de su pensamiento, robusteceremos nuestro espíritu, en su vida austera hallaremos un modelo que imitar y en la cosecha del sembrador encontraremos la buena semilla todavía infecunda para esparcirla a todos los vientos, en la seguridad de que contribuiremos al mejoramiento moral, social y político de este pedazo de suelo en que nos toca actuar y vivir.

Si le van a colocar que lo diga de una vez. ¿Qué tenemos, viene la federal o qué? ¡Misterios! ¡Meditemos!... ¿O es que le lleva cuentos a don Práxedes? Bueno, señores, que se los lleve. No me importa el espionaje». Esto pasaba a fines de 1872. De pronto Rubín dijo que iba al extranjero a reanudar sus trabajos de viajante de comercio.

Con esto no me conformo a pesar de todos los discursos del Sr. Gener y a pesar de mi acendrado progresismo. Se me dirá que el que yo me conforme o el que no me conforme no es del caso. Lo que conviene dilucidar es que el caso sea o que no sea. Meditemos sobre su posibilidad. Empezaré por un distingo.

Don Basilio solía llevar en la boca un palillo de dientes, y tomándolo entre los dedos lo mostraba, accionando con él, como si formara parte del argumento. «Lo que yo afirmó con acento patético, ofreciendo el palillo a la admiración de sus amigos , lo que yo es que esto está muy malo. Digo con Lorenzana: Meditemos».

Explíquese usted, doña Rita. ¿Por qué no viene usted a buscarme? ¡Conque usted no ha cumplido la orden de mamá! ¡Conque el general ha tolerado que Narcisito deje a usted plantada y se venga él en la berlina! ¡Doña Rita, es usted un monstruo! Pues, señor, meditemos con serenidad y con calma.

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando