Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de junio de 2025
Tomé la misiva que me entregaba, y temblando la abrí, encontrando, escritas apresuradamente con lápiz sobre una hoja de papel de esquela, estas pocas líneas: «Estimado señor Greenwood: Indudablemente le causará a usted inmensa sorpresa saber que he abandonado para siempre mi casa.
»¿Por qué? me dijo con aire sombrío y temblando convulsivamente: porque cuando le veo me dan ganas de matarle. Esto es horrible, ¿no es verdad? Y como no quiero ser parricida, le he prohibido que se ponga en mi presencia. Hago mal, sin duda, y me acuso de ello; pero quiero evitar una desgracia. »Carlos inclinó la cabeza sobre el pecho y quedó silencioso.
Y llevándose tras sí á Montiño, que estaba adherido á él por el terror, salió de su aposento y poco después del alcázar. Encamináronse á casa de la Dorotea. Cuando llegaron á la puerta, el bufón dijo al cocinero: Llamad y entrad, aquí os aguardo. Montiño llamó temblando. Abrióse la puerta y apareció Pedro.
La preferida apareció con su forma elegante y su lujosa pasamanería, en la cual las centellicas negras del abalorio, temblando entre felpas, confirmaban todo lo que los poetas han dicho del manto de la noche.
Los faroles del alumbrado ostentaban una montera torcida como un gorro de dormir. Los golfos, entusiasmados por la novedad del espectáculo, hacían rodar grandes bolas de nieve, coronándolas con monigotes de su invención. Maltrana, con los pies helados y temblando de frío, vagaba por Madrid. Subió a la casa de un antiguo compañero para pedirle algo, aunque sólo fuese una peseta, y no le encontró.
14 Como la grulla, y como la golondrina me quejaba; gemía como la paloma; alzaba en lo alto mis ojos: Señor, violencia padezco; confórtame. 15 ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo hizo. Andaré temblando con amargura de mi alma todos los años de mi vida. 18 Porque el sepulcro no te confesará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden en el hoyo esperarán tu verdad.
A la hora de costumbre fue llamada al comedor para dar sus lecciones. Concha se acomodó en su silla y con no disimulado regodeo sacó del pecho la fatal ballena. Aquel día le pedía el cuerpo un razonable desahogo de golpes. La niña se acercó a ella temblando como siempre y le entregó los libros.
No le llegaba a Julián la camisa al cuerpo, temblando que en alguna de estas dependencias recibiese Nucha a boca de jarro, por impensado incidente, la atroz revelación. Y al mismo tiempo, ¿cómo oponerse al útil merodeo del ama de casa hacendosa por sus dominios?
El temor, pronosticando mi muerte, dice temblando que viva, mire y no quiera: y vos que no viva, ó muera, decís, pensamiento, amando. Mirar que á gloria convida, aunque mate, es de tal suerte que infunde alientos de vida: no mirar es una muerte que el temor tiene escondida.
Su marido la detuvo al tiempo de salir, y la dijo en voz baja: No digas palabras feas. Procura estar prudente... El infame es él, que se ha aprovechado de su estancia en nuestra casa... ¡Qué miserable! Ventura salió del cuarto y se dirigió al de su hermana temblando de susto.
Palabra del Dia
Otros Mirando