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Así, léjos de asombrarme la pretendida grandeza de la antigüedad egipcia ó de otras regiones, no veo en sus obras sino la demostracion de la exuberancia titánica de la barbarie, y la debilidad, que el curso de los siglos ha ido modificando con la sustitucion de la inteligencia á la fuerza, del arte espiritualizado, al simple remedo material de las cosas, de la fisonomia delineada y pura, á la masa enorme, fria y sin expresion.

Una vez realizado tan felizmente el rescate del Rey, le tocaba a Sarto ocultar a todos el cautiverio de éste. Se había verificado la sustitución, y el Rey, herido gravemente, según a todos se dijo, por los carceleros que tenían cautivo a uno de sus fieles amigos, había vencido por fin y se hallaba en la habitación de Miguel el Negro.

De ordinario usaba un lenguaje especialísimo, un caló, digámoslo así, que en nada se parecía al de los demás marinos de la tierra, entre quienes es cosa corriente aplicar á todo el tecnicismo náutico. No llamaba á nadie ni á nada por su nombre verdadero, y los que usaba en sustitución, tomados del lenguaje popular de Santander, eran en alto grado expresivos y adecuados.

Y, aunque varíen los nombres, es indudable que las cosas no variarán. Es decir, que el lector del año 50 no tendrá que hacer, a lo sumo, nada más que la simple sustitución mental de unos apellidos por otros para convertir este pequeño trozo de historia en una página de actualidad palpitante. El otro día, al salir del Congreso, me fui a cenar con un amigo diputado.

Jacobo no se convertirá para siempre en Herbert Carlton á fin de imitar á Jenny Hawkins por medio de esta ingeniosa sustitución. No, Sorege; no caeremos más en sus artimañas. Está usted descubierto y en cuanto Jacobo hable una hora con Lea Peralli, estará en situación de confundirle á usted y de rehabilitarse, puede usted estar seguro.

Si Jenny Hawkins era Juana Baud, existía una sustitución de estado civil y Lea Peralli vivía con un nombre que no era el suyo. Pero, entonces, ¿quién era la muerta? Aquí Tragomer se estrellaba contra realidades abrumadoras. La mujer asesinada en la calle Marbeuf era Lea Peralli. Todo el mundo la reconoció y el mismo Jacobo no puso en duda su identidad.

Pero no hay que forjarse ilusiones. ¿Sabe Vd. dónde intenta llevar a nuestro padre? A casa de un amigo suyo. No, a casa de una mujer con quien tiene relaciones y que ha sido antes querida de ese mismo amigo. ¡Imposible! Pepe no es capaz de eso. Estoy completamente seguro de lo que afirmo: a esa mujer es a quien ha entregado el dinero de la sustitución.

Irritaba esto la cólera del médico D. Nicolás, quien consideraba degradante que una hembra interpretase sus prescripciones. Murmuraba agriamente de la holgazanería del boticario; hablaba de poner en conocimiento del subdelegado de farmacia aquella ridícula y ofensiva sustitución. ¿No habría en su indignación una migaja de envidia? Los vecinos decían que .

Si se hace cargo de la realidad, atiende a razones y promete enmienda, aún podemos vivir en paz: yo me mataré a trabajar. No te hagas ilusiones. En ese caso, tomar el dinero de la sustitución, pagar las pocas deudas y... Vaciló, sin atreverse a continuar. Habla, hombre, ¿qué más? Entregarte todo lo que me reste, y rogarte que te lleves a mi padre a casa de Engracia.

La natural reserva y esquivez del joven ministro había sido un obstáculo para este plan. El médico, sin embargo, no estaba dispuesto á darse por satisfecho con el aspecto que, casi providencialmente, tomó el asunto en sustitución á los negros planes que él se trazara. Podía decir que se le había hecho una revelación; y poco le importaba que su procedencia fuera celestial ó infernal.