Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de junio de 2025
De tiempo en tiempo, el rumor de un eco en el interior de la selva, y luego de nuevo la paz callada extendiendo su imperio sobre todo lo creado... La suave y deliciosa quietud dura poco; un ejército invisible avanza en silencio, y un instante después se sienten picaduras intensas en las manos, la cara, en el cuerpo mismo al través de las ropas.
Hoy todos estos motivos se han ido marchando á la tierra, como la escoria, y ha quedado limpio y acendrado el oro puro de mi cariño ó, mejor dicho, de mi adoración. El amor es algo que iguala á los seres que lo sienten, y yo no quiero ser igual á usted, sino infinitamente inferior: quisiera ser el gusano que usted aplasta con el pie al caminar sobre la hierba.
La brillante pollada del balcón agitábase con gran algazara, sin importarle las miradas curiosas de los de abajo; dominaba en ella esa nerviosa alegría de las jóvenes cuando, libres momentáneamente del sermoneo de las mamas, sienten una oculta comezón, un vehemente deseo de cometer diabluras. Con el anhelo de su libertad, iban de una parte a otra sin saber por qué.
El otro, con ínfulas de filósofo, puso otra sonrisa benévola sobre estas palabras: ¿Mucho?... Las niñas de diez y ocho años nunca «sienten» mucho, por muy románticas que sean.... ¿Es ella romántica? Todas las buenas lo son. Salvador, asombrado, dijo: Sí, ¿eh? Pues claro, hombre; la bondad de las mujeres es puro romanticismo.
Por fortuna don Manuel José Ramón era la imagen viva de la Providencia, según generosamente daba y repartía, sin quejarse, sin regañar; antes bien, regodeándose de ver tanto gusto y apetito satisfechos. Adoraba a la familia y se recreaba en ella. También él era feliz, porque si algún bien positivo hay en el mundo, es el que sienten mano y corazón en el momento de dar algo.
Tenlo por cierto, y alguno de los coches que se sienten por ahí, créete que es el suyo. No seas tonta... no digas burradas replicó la otra palideciendo . No puede ser... Porque mira tú, él cayó con la pulmonía en Febrero... Bien enterada estás. Lo sé por Feliciana, a quien se lo contó, días atrás, un señor que es amigo de Villalonga.
Masas inmensas de jinetes vagando por el desierto, ofreciendo el combate a las fuerzas disciplinadas de las ciudades, si se sienten superiores en fuerza, disipándose como las nubes de cosacos, en todas direcciones, si el combate es igual siquiera, para reunirse de nuevo, caer de improviso sobre los que duermen, arrebatarle los caballos, matar a los rezagados y a las partidas avanzadas; presentes siempre, intangibles por su falta de cohesión, débiles en el combate, pero fuertes e invencibles en una larga campaña, en que, al fin, la fuerza organizada, el ejército, sucumbe diezmado por los encuentros parciales, las sorpresas, la fatiga, la extenuación.
Por eso, una crítica justa a pesar de que el señor Cané ha dicho que es la «que más difícilmente se perdona, como los palos que más se sienten son los que caen donde duele» en este caso, puede con leal imparcialidad tributar cumplido elogio al escritor que se ha revelado humorista de buena ley, confirmando su vieja reputación de estilista brillante.
Y dijo esto de buena fe, con el dulce optimismo de los que se sienten enamorados. Al día siguiente era domingo, y Watson fué por la mañana á la antigua casa de Pirovani para ver á Torrebianca. Necesitaba hablarle de un asunto relacionado con los trabajos de los canales.
No sólo por cómodo, pues emancipa al poeta de la dura ley de la inspiración, sino por nuevo, el procedimiento francés es hoy seguido por gran número de escritores en toda Europa. La novedad es una de las necesidades más imperiosas que lo mismo el público que los artistas sienten en este último tercio del siglo XIX. Pocas tendencias me han parecido más absurdas y peligrosas para el arte.
Palabra del Dia
Otros Mirando