Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de mayo de 2025
No olvide usted las ascensiones a los Alpes para ver... los perros del Monte San Bernardo, los grandes témpanos de hielo, y otras maravillas de la Naturaleza. Allí me hartaré de una cosa que me gusta atrozmente: manteca de vacas bien fresca... Dígame, Ponte, con franqueza: ¿qué color cree usted que me sienta mejor, el rosa o el azul?
Don Marcos creyó necesario hacer una pausa respetuosa en honor de la difunta. La vieja también ha muerto continuó , y su marido sólo viene aquí de tarde en tarde. Si encuentra que uno de sus pinos se ha venido abajo por el movimiento de las tierras, se sienta junto á él, lo mismo que si velase á un cadáver.
Para trabajar, Sardou elige aquella «situación» que ha de ser «motivo» capital ó escena culminante del drama, y seguidamente comienza á preparar cuantos episodios han de anteceder y de seguir á dicho momento; de tal modo que éste sea consecuencia obligada de cuanto le precede y también origen fatal y único de lo que le sigue. Realizado este trabajo preliminar, Sardou se sienta á escribir.
No hay espectáculos como los de la naturaleza para que el hombre sienta: al revolver de cada encrucijada, al trasponer de cada monte esperimentan una revolucion el alma y los sentidos.
Me causan risa y lástima. No me acuerdo de lo que he hecho o dicho durante ese mes. Sí, indudablemente ha pasado un mes, sin que yo le sienta pasar. Ayer el rosal que tengo en mi ventana, estaba cubierto de rosas; hoy las rosas están muertas, deshojadas... sólo las queda el pétalo negro y seco. Ayer me trajeron un nido de ruiseñores.
Sita, sola, se sienta en un rincón y mira en torno suyo. No conoce a nadie; una enfermera pasa y ve a esta joven, que parece estar en cuarentena. Como es una persona caritativa, se acerca y dirige la palabra a Sita. LA ENFERMERA. ¿Espera usted a alguien, señorita...? SITA. ¡Sí...! Es decir... ¡no...! Vine con la señorita Vera. LA ENFERMERA. ¡Ah...! ¡Comprendido...! ¡Usted es la nueva...!
Pónese una mesa espléndida, á la cual se sienta el extranjero al lado del castellano; junto á ella se coloca un féretro, y pronto aparece una mujer con velo y vestida de negro, á quien sirve el féretro de mesa, bebiendo en el cráneo de un esqueleto, que le presenta un criado, vestido también de negro.
Lo que tendrá si acaso, es alguna cosa muy callá y que no lo sienta ni la tierra; pero no debe de ser muy a su gusto, porque la mayor parte de los días tié los ojos así como de haber yorao, y siempre está mú triste y con cara de pocos amigos; a mí me da mucha lástima.
Se sienta, o por mejor decir, se deja caer sobre el banco y pasea una mirada extraviada por el público, mientras sus mejillas se tiñen de vivo carmín. En vano se abanica con brío y procura serenarse. Nada: cuantos más esfuerzos hace por alejar la sangre tumultuosa del rostro, más empeño pone la maldita en ocupar aquel lugar visible.
El muchacho ágil y fuerte se hizo de la noche a la mañana hombre enclenque y achacoso, y sus ambiciones de comerciante y sus entusiasmos de viajero quedaron reducidos a un continuo meditar sobre lo inseguro de los bienes terrenos, y la infalible justicia con que Dios Nuestro Padre y Juez sienta la mano al pecador.
Palabra del Dia
Otros Mirando