United States or Liberia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Se me antojó subir hasta lo más alto y sentarme un momento dentro de la cabeza del coloso, un saloncito redondo alumbrado por dos ventanas que son los ojos. A pesar de esos ojos abiertos un dirección al horizonte azul de los Alpes, el calor allá dentro era asfixiante. El bronce caldeado por el sol, me envolvía en un calor pesadísimo. Fueme preciso bajar más que a escape. Pero, lo mismo da.

No hay voces bastantemente entusiastas con que pregonar la grandeza de los Alpes: el Océano como los Alpes dan la idea del infinito, traducen Dios, inspiran el recojimiento. ¡Bien haya mi viaje á Italia, que tan grande emocion me produjo con la presencia de sus Alpes!

Pero es de notar una curiosa diferencia: miéntras que las mayores alturas de los Alpes se hallan al sur, de modo que sus grupos y eslabones van decreciendo á medida que se acercan al norte, hácia el lago superior de Constanza, las cadenas regulares del Jura, derivadas de los Alpes saboyardos, son mas bajas al sur y se elevan a proporcion que se acercan al Rin en la direccion norte.

Aunque pudiera decirse que Suiza no tiene en realidad sino dos formas generales, las montañas y las planicies, mas ó ménos interrumpidas, es exacta la division que se hace del país en tres sistemas topográficos que se enlazan entre : la zona de los Alpes, la de las Planicies y la del Jura; la primera oriental, la segunda central y la tercera occidental.

Y por en medio y encima de todo eso, se abre un cielo esplendoroso, y á lo léjos, al oriente, se alcanza á ver, sobre un enjambre de colosos de granito coronados de hielo, la cúpula del Monte-Blanco, digno baluarte de dos grandes naciones, Italia y Francia, soberana de aquel mundo de magníficos horrores que llaman los Alpes!

La línea, importante bajo todos aspectos, marcha por el lado de los Alpes, y en direccion á la Saboya, venciendo grandes obstáculos materiales, como son las faldas de esos tremendos montes que rodean Turin. Esta fué la que yo escojí para regresar á Suiza.

Eran las llamadas Montañas de los Moros, con la punta del Esterel, una desviación de los Alpes Marítimos, un sistema montañoso aparte, que se mete aguas adentro. Al otro lado existía un pedazo de la llamada Costa Azul que empieza en Tolón y Hyères; pero este fragmento no interesaba al coronel.

Dos columnas esbeltas de mármol blanco adosadas á la mampostería y un trozo de cornisa era todo lo que quedaba del más soberbio de los trofeos romanos; torre de treinta metros, con una estatua gigantesca de Augusto en su remate, que marcaba sobre los Alpes el límite entre las tierras del Imperio y las Galias conquistadas.

Galeras vi una vez ir por el yermo, Y correr seis caballos por la posta De la isla del Gozo hasta Palermo; Poner dentro Vizcaya á Famagosta, Y junto de los Alpes, Persia y Media, Y Alemaña pintar larga y angosta. Como estas cosas representa Heredia, A pedimento de un amigo suyo, Que en seis horas compone una comedia.

Deslumbra la vista el brillo que despiden las anchas extensiones de hierba salpicada con las estrellas de color sonrosado subido del sueño, con los azules manojos de miosotis, con las anchas flores del aster de los Alpes, cuyo corazón es de oro.