Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de mayo de 2025


Al entrar recibió su rostro la luz roja de los quinqués que colgaban del techo, y muchos hombres le saludaron respetuosamente. Llevaba el poncho y las grandes espuelas de los jinetes del país. Su perfil aguileño y su tez hacían recordar á los arabes de origen puro. La barba y la cabellera eran en él luengas, negras y rizosas.

Al llegar a la plazuela pasó delante de nosotros un lechero, jinete en un caballejo, a cada lado un cántaro. Nos saludó respetuosamente. Era joven; bien claro nos lo dijo su fresca y limpia voz: Es Mauricio.... dijo Angelina. Es el lechero de Santa Clara.... De la hacienda del señor Fernández.... agregó la anciana, dirigiéndose a .

Un lacayo con larga librea verde aceituna, coronas condales en los botones y sombrero de copa con gran cucarda rizada en la mano, se acercó entonces al grupo: Cuando el señorito quiera, está esperando el coche dijo respetuosamente al niño.

En cuanto al «loco bueno», como llamaban al pretendido emperador para distinguirle del otro, dió la última prueba de benignidad, al entrar al wagon, alargando la mano derecha á los viajeros para que se la besasen respetuosamente.

Los obreros se despojaron del sombrero respetuosamente. Uno de ellos, sonriendo avergonzado, balbució: Perdone usted, señor director.... Creímos que eran compañeros y queríamos darles un susto.... ¿No sabíais que bajábamos ahora nosotros? volvió a decir con irritación. Señor director, nosotros pensábamos que se detenían en el noveno, donde han hecho preparativos estos días....

Lázaro, precedido por María de la Paz, entró en la sala. Lo primero que vieron sus ojos fué á Clara, que estaba sentada junto á la devota y cosía con la cabeza baja, sin atreverse á mirar á nadie. Vió su turbación y su empeño en disimularla. Después miró á todos lados y vió á su tío, respetuosamente sentado al lado de Salomé, cuyos reales estaban plantados al extremo oriental de María de la Paz.

Aconsejo á los lectores muy respetuosamente que eviten en todo caso los amores de fonda, tan peligrosos como las amistades de corrillo,

Sin asomo de ironía, con voz viril aunque trémula, don Mariano trató de consolar a la que hubo de ser su cuñada... ¡Los papeles se invertían!... No llore Laura... le rogó. Yo le agradezco su amistad y su benevolencia... No me olvidaré en la vida de lo que acaba de decirme... ¡Es usted muy buena!... Y para demostrar mejor su agradecimiento, tomole la mano y se la besó respetuosamente.

El Vara de plata hundía sus manos sucias y huesosas en las profundidades de la sotana, sacando tres gruesos talonarios, uno rojo, otro verde y el tercero blanco. Pasaba las hojas, consultando los folios de las que llevaba arrancadas. Acariciaba respetuosamente las libretas, como si fuesen más importantes para el culto que los grandes libros del coro. ¡Día flojo, Gabriel!

Le expresé la sorpresa que me causaba encontrar al hombre de mundo y viajero, convertido en un monje morador de un claustro, a lo que respetuosamente me respondió en voz baja, pues estábamos dentro de un recinto sagrado: Después le diré a usted todo. No es tan notable ni sorprendente como sin duda le parece a usted.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando