Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


Habló entónces el quarto, y dixo: Yo soy rey de los Polacos; la suerte de la guerra me ha privado de mis estados hereditarios; los mismos contratiempos ha sufrido mi padre: me resigno á los decretos de la Providencia, como hacen el sultan Acmet, el emperador Ivan, y el rey Carlos Eduardo, que Dios guarde dilatados años; y he venido á pasar el carnaval á Venecia.

¡Pedro! ¡Pedro! un solo esfuerzo. El moribundo hizo un esfuerzo desesperado para hablar y no pudo; levantó la cabeza, dejó oír un gemido gutural, y luego su cabeza cayó inerte sobre la almohada. Había muerto. Desde que don Francisco de Quevedo se resignó á esperar, pensando, al duque de Lerma, hasta que apareció el duque, pasaron muy bien dos horas.

Luego se resignó, como el que se tiende fatigado ante el obstáculo y espera una intervención providencial que le ayude á salvarlo. Lo importante era ser pintor... aunque no pintase. Esto le permitía dar tarjetas con excusas de alta estética á las mujeres alegres, invitándolas á su estudio. Vivía de noche.

Me someto y resigno de antemano a estas censuras, reservándome el derecho de protestar interiormente, ya que no de público, contra la injusticia de tal acusación. Porque lo he de decir, aunque perezca mi gloria de inventor todos los hechos fundamentales de esta novela se han efectuado. El autor no hizo más que relacionarlos y darles unidad.

Yo me he callado dijo Luisa... y te alborotas, yo tengo evidencias y sufro... y me resigno... ¡Qué desgraciada soy! Yo no quiero ir á un convento, padre exclamó Inesita entrándose de repente y colgándose al cuello de Montiño. Yo me moriré si me encuentro en este trance cruel lejos de mi esposo y señor... Yo no puedo vivir sino al lado de mi buen padre.

La doncella sentía por él invencible repugnancia; pero incapaz de afrontar el ánimo recio de su padre, se resignó a ser ofrecida como tributo de aquella ejemplar amistad, que era ya citada por todos en Segovia.

Yo me resigno fácilmente á deshacerme de lo que creia en mi infancia de que el color que veo en mi mano esté en ella, de que el ruido que hace al chocar con la otra esté en ella; pero no puedo de ningun modo privarla de la extension; no puedo imaginar que la distancia de la palma al extremo de los dedos no sea mas que una pura sensacion, de que solo haya un ser que me la cause, sin saber si en la realidad esta distancia existe.

El padre de Echeloría, que no tenía nada de lerdo, notó en seguida el amor de la muchacha y procuró acabar con él, porque el primito no poseía otro patrimonio que su apasionado corazón; pero Echeloría estaba prendada de veras, y el padre, que en el fondo era un bendito, se avino y se resignó al cabo a que Mutileder aspirase a ser su yerno.

El estorbo de los calzones hacía que sus pasos fuesen tan menudos que para salvar corto trecho necesitaba largo tiempo. Por otra parte, aunque quisiera tomar el camino del monte, la forma en que llevaba los brazos no lo consentía, pues era estrecho y desigual y se exponía á caer y no poder levantarse. Se resignó á seguir el de Entralgo. Bien avanzada la noche llegó á este pueblo.

Había encendido la luz ya tres ó cuatro veces y tomado entre las manos un tomo de la Historia sagrada; había creído conciliar el sueño otras tantas; pero en cuanto daba un soplo al velón volvía á quedar despabilado. Al fin se resignó á permanecer en esta forma con los ojos abiertos dejando vagar su pensamiento por aquellos asuntos que más le interesaban.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando