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Actualizado: 18 de julio de 2025


Las ideas, cuando parecían luminosas, se repetían indefinidamente y en tono cada vez más elevado, a fin de que se grabaran profundamente en el cerebro del contrincante. ¡Es que todas las religiones tienen sus milagros!

Y los admiradores del director del Museo-Biblioteca repetían lo que tantas veces habían leído en los periódicos locales: Hubiese sido el primer poeta del mundo, de querer seguir en París. Para él era la gloria que ahora disfrutan muchos con menos talento. Pero prefirió vivir entre nosotros....

Cada una decía su oración alternativamente, y en todas ellas se repetían muchas veces corazón traspasado, dolores agudísimos, preciosísimas llagas, y otros superlativos que sonaban de un modo triste y temeroso en el silencio de la capilla. La hermana portera salió otra vez, y otra vez volvió a empuñar el cordel para tocar la campana.

Mariquita date tono replicó Jacinta secándose las lágrimas que la risa y las cosquillas le habían hecho derramar . Ya que hay otros peores; pero no pongo yo mi mano en el fuego porque seas el número uno. Juan meneó la cabeza en señal de amenaza. Jacinta se puso lejos de su alcance, por si se repetían las bárbaras cosquillas.

Alta es de Apolo, pero simple hazaña. Los demas de la turba defraudados Del esperado premio, repetian Los himnos de la envidia mal cantados. Todos por laureados se tenian En su imaginacion antes del trance, Y al cielo quejas de su agravio envian. Pero ciertos poetas de romance Del generoso premio hacer esperan A despecho de Febo presto alcance.

Descansaban de crujir y dilatarse con el peso de sus señores; se emancipaban durante media noche de la gravitante servidumbre; llegaba para ellos la hora de la libertad; pero semejantes a los hombres que al creerse salvados por una revolución no hacen más que parodiar a sus antiguos opresores, los sillones repetían en su descanso los actos y gestos de sus dueños.

Pero tenían aspecto de preocupados; pensaban en otras cosas; aguzaban el oído para no sufrir las consecuencias de un retraso fatal: repetían mentalmente lo mismo: «Uno, dos, tres...». Fue a colocarse Maltrana al margen de la línea de fuego, entre los dos combatientes algo más cerca del alemán, que era el que ocupaba el lugar alto.

El público en masa se había puesto de pie, braceando y gritando. ¡Un toro manso! ¡Qué abominación!... Volvíanse todos hacia la presidencia bramando su protesta: «¡Señor presidente! Aquello no podía consentirseDe algunos tendidos comenzó a salir un coro de voces que repetían las mismas palabras con monótona entonación: ¡Fuego!... ¡fueeego! El presidente parecía dudar.

Cualquiera que por experiencia en el servicio, ó porque con ojo observador en las ocurrencias de este suelo, haya visto ó tenido noticia, aunque superficial, de las escenas lastimosas que han teñido en sangre estas campañas de víctimas indefensas, sacrificadas por la ferocidad de este enemigo, asi en el tiempo llamado de paz como en el de guerra abierta, execrará la indolencia con que nuestros mayores han dejado correr los siglos, sin aplicar remedios oportunos á tan graves males, contentándose con indicarlos solamente, cuando las sangrientas incursiones se repetian; sin que estas indicaciones causasen otros efectos que los cáusticos aplicados al enfermo, que removiendo algun tanto al moribundo aletargado, al fin muere sacrificado del mal y de los cáusticos mismos, por su ineficacia.

En el fondo de la iglesia, frente al altar, había una gran reja que se alzaba desde el suelo al techo; tras esta reja percibíanse vagas claridades movibles y un murmullo sordo, de cuyo conjunto se destacaba de rato en rato una tos o una sílaba que repetían los ecos de la bóveda.

Palabra del Dia

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