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D. Manuel Mancilla y el Dr. D. Tomas Manuel de Anchorena, á hacer presente á la Exma. Junta, que nuevas ocurrencias y muy graves han estrechado á este Cabildo á variar de las ideas que manifestó en su oficio de hoy, y que era de necesidad indispensable para la salud del pueblo, que el Exmo. Sr.

Reúnese con sus amigos, la conversacion gira sobre las últimas ocurrencias, y se eleva poco á poco hasta la region de las teorias de gobierno. Don Marcelino ya no será absolutista del otro dia. ¡Qué escándalo, dice uno de los circunstantes, yo no puedo recordarlo sin detestar esas trampas!

Y, sin embargo, ¡qué corrupción la de los tiempos que corren! como decían las benditas madres que me han educado. ¡Qué perversa condición tenemos las mujeres! ¿Quiere usted creer que a pesar de todo, me es usted muy simpático y me hace muchísima gracia? Lo que no apruebo, es que tenga usted tan estrafalarias ocurrencias.

Comandante D. Pedro Andres García, se dijo: Que considerando la suprema ley, la salud del pueblo, y habiendo advertido, y aun tocado por si mismo, la efervescencia y acaloramiento de él con motivo de las ocurrencias de la metrópoli para que se varie el gobierno, que es á lo que aspira, cree de absoluta necesidad; el que así se realice, antes que tocar desgraciados estremos; como los que se persuade habria, si aun no se resolviese así en la disolucion de esta ilustre Junta.

En ocasiones traslada á la corte á campesinos y explota el contraste de sus hábitos antiguos con los nuevos modales, que intentan adoptar, convirtiéndolos en fuente inagotable de las más ingeniosas y agradables ocurrencias.

Pero ese vínculo ¿dónde hallarle? ¿de qué casta era?... ¡Quién sabe los espacios que recorrí entonces con la imaginación enardecida y visionaria! En este viaje veloz y disparatado no hallé momento de tranquilidad ni de reposo, porque todo me parecía mal para hacer un alto de respiro... hasta que di en la más peregrina de las ocurrencias.

Parecíame que después de las tristes ocurrencias pasadas, en guerra abierta con su madre, con las miradas de la población fijas en ella, debía mostrar más reserva y circunspección. Asaltábanme tristes sospechas respecto a su carácter, y, reconociendo su irresistible atractivo, acusábala interiormente de frívola y ligera. Estas dudas me atormentaban, porque, al fin, pretendía hacerla mi esposa.

Es gentleman desde su peinado hasta la forma de sus zapatos, y, al mismo tiempo, tiene una distinción, una desenvoltura... ¡Dios nos preserve del señor vulgar, del maniquí siempre endomingado o de la cabeza de peluquería! ¡Prefiero una cabeza de turco! ¡Adelante con las comparaciones!... ¡Pero, estaría yo fresca si tomase tus ocurrencias a lo serio!

Esta costumbre inmemorial traducida en precepto, consistía en pasar muy cerca por la popa de la capitana, saludar á la voz y con trompetas, dar cuenta de ocurrencias y recibir la orden . De ella hablaba el cronista del emperador Carlos V al narrar el primer viaje que desde Flandes á España hizo en 1517 con armada de 52 bajeles, diciendo era espectáculo en verdad majestuoso contemplar aquellas naos soberbias como otros tantos castillos, obedientes á la voz del soberano; á la hora de la amanecida sobre todo, cuando una á una pasaban por la popa de la Real á dar el buen viaje con ciertas voces al son del pito del contramaestre, y cañonazos.

De lo expuesto se puede deducir, naturalmente, que los papeles del gracioso en Tirso se distinguen de todos los demás por su riqueza; y así es, en efecto, porque este tipo dramático aventaja en sus comedias á todas las demás de la misma clase del teatro español: su carácter, sus ocurrencias, las situaciones cómicas en que los presenta, descubren una gracia incomparable, y rara vez descienden de la región de la fina burla ática á la de groseras bufonadas.