United States or French Guiana ? Vote for the TOP Country of the Week !


Despidióse el avaro contentísimo por haber prestado un servicio al señor Loayza, y viendo en el porvenir, por vía de réditos, la canonjía magistral cuando menos. Ocho días después volvía Ribera a casa del padre Godoy, llevando un envoltorio bajo el brazo, y le dijo: De parte de su ilustrísima le traigo estas prendas.

Como buen español y buen católico, se dolía de que explotasen aquel hermoso capital, pagando tan mezquinos réditos, gentes de extranjis, herejes o judíos de seguro. ¿Cuánto mejor empleado no estaría aquel dinero en España, y sobre todo en Villafría y los pueblos cercanos? Era indispensable traer a España aquel dinero.

No, Barret, aquello no podía continuar. No lo consentiría; era asunto de buen corazón. Y como le habían hecho proposiciones de nuevo arrendamiento, avisaba á Barret para que dejase los campos cuanto antes. Lo sentía mucho, pero él también era pobre.... ¡Ah! Y por esto mismo le recordaba que habría que hacer efectivo el préstamo para la compra del rocín, cantidad que con los réditos ascendía á....

Cada vez que éste abría los ojos la encontraba frente á él, inmóvil, rígida, mirándole con sus pupilas ardientes y fijas, no alteradas por el más leve parpadeo. A la mañana siguiente, el gaucho creyó haber atinado con la explicación de este encuentro. La pobre difunta había venido indudablemente á darle las gracias por los enormes réditos con que había acompañado la devolución del préstamo.

¿Ya pide usted réditos? Las buenas acciones las premia Dios en el cielo. Y a veces en la tierra, por conducto de sus elegidos. Sea usted el conducto de Dios en este momento, hermana. Me miró con la misma expresión curiosa y burlona de otras veces, bajó después la vista y, trascurrido un momento de silencio, levantose de la silla para subir al cuarto.

Fortunata dijo con mucha calma y frialdad que no se llevaba el dinero y que sólo tomaría los réditos. «¿Cómo voy a colocarlo yo? Téngalo usted; yo guardo el recibo y vendré todos los trimestres a recoger el premio». Doña Lupe abrió tanta boca, que por poco se le entra una mosca en ella.

El mundo era de su hijo, porque él era el de más talento, el más elocuente, el más sagaz, el más sabio, el más hermoso; pero su hijo era de ella, debía cobrar los réditos de su capital, y si la fábrica se paraba o se descomponía, podía reclamar daños y perjuicios, tenía derecho a exigir que Fermo continuase produciendo.

Al pequeño le llamaban el Mayor porque era el más antiguo o porque era el más rico. Prestaba dinero a las personas distinguidas, no era muy tirano en materia de réditos y plazos, y su discreción y sigilo eran proverbiales en la provincia.

No tenía un pedazo de tierra libre del peso de una hipoteca; las rentas apenas si daban para los réditos, y hasta la misma casa en que ella vivía era una finca que producía poco, por culpa de su vanidad. Cuando al quedar viuda te pusiste en mis manos, vivías en una de las dos habitaciones del piso segundo y tenías alquilado este principal. Un duro diario es una gran cosa, y más en tu situación.

Además, había gastado un caudal en la enfermedad, bien larga, de su difunta esposa. Y para remate de fiesta, tres meses hacía que un pícaro de la Isla á quien tenía dados quince mil reales á réditos se había declarado insolvente. Frasquito escuchaba todo esto serio, fruncido, sin asomo de borrachera, llevando las cañas á la boca con mano trémula.