Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de mayo de 2025


Si insiste usted en traer a mi casa esas farsas estudiadas, o capítulos de novelas, me veré obligada a tenerla a usted o por impostora o por demente... Tengo documentos exclamó Isidora mostrando sus papeles. No quiero verlos. Supongo qué pruebas son esas. Yo las tengo clarísimas para probar lo que he dicho.

Sin embargo, la reina, por odio al duque de Lerma, ha podido bajar hasta decir á un hombre que pudiese servirla contra el duque: ¡esperad! ¡pero bajar más abajo! La reina tiene corazón. Es casada. Está ofendida. El rey la ama. El rey ama á cualquiera antes que á su mujer. Tengo pruebas del amor del rey hacia la reina; pruebas recientes.

Y sacando las suyas comenzó a introducirlas en la cerradura. Las pruebas no tuvieron buen éxito. Desesperanzado, al fin, se arregló las gafas con impaciencia, se puso el sombrero, cogió su cayado y dijo emprendiendo la marcha: Vaya, vaya; nos aguantaremos por hoy. Pero antes de llegar a la puerta se volvió, y algo acortado preguntó a la doméstica: ¿Hay pan por ahí? No ha venido aún la panadera.

El material adquirido, a costa de grandes e improductivos sacrificios, de los fondos Valcárcel, se empleaba en otras aplicaciones de tanteos aventurados, locos, desde el punto de vista económico; en pruebas que le servían a Körner para ensayar las novedades que veía en los periódicos técnicos, pero que en el comercio, en el triste comercio español, sobre todo en aquel rincón de España, sin comunicaciones apenas, sin ferrocarril todavía, resultaban desastrosas, una locura.

A todo se prestó con alma y vida el excelente amigo... y hasta se me figura que pensó que aquellas recomendaciones no se las hacía yo tanto por apego a la obra, como por exhibirle pruebas irrecusables de mis intenciones de volver pronto. Y quizá pensara bien.

A pesar de ser tan diferentes, sentían que había en el fondo de sus almas algo que les disponía a las mismas impresiones, a las mismas apreciaciones de las cosas, a las mismas pruebas en la vida, a los mismos goces y a los mismos dolores.

Casi todas son irreprensibles, aun bajo este aspecto, ofreciendo en cambio las pruebas más elocuentes de su buen sentido poético, y de su completo predominio en todos los elementos, que desenvuelven y perfeccionan las composiciones destinadas á la escena.

Quizás no la cogía de nuevo la declaración de la monja. Obedeciendo a esta subió al dormitorio en busca de pruebas del nefando crimen imputado a su amiga. «Ahí tienen ustedes decía la Superiora a las que más cerca de ella estaban , cómo esa arrastrada ha visto visiones... ¡Ya!, ¡qué no vería ella!... ¿Pero no viene al fin? Yo le juro que no vuelve a hacernos otra.

Te lo digo yo, Marmitón de los demonios, aunque me pegues añadió encarándose con el gigante ; te lo digo yo, ¡cuartajo!, yo, que tengo buenas pruebas de ser verdad: y te lo digo con el alma y vida. Si quieres creerme, me crees, y si no, peor para ti. ¿No es así, Cura?

No es justo que, por seguir la opinión de Bouterwek, se consideren las farsas de Gil Vicente como las principales y auténticas pruebas de su talento, porque no se ve en ellas el arte que en la tragicomedia de Don Duardos, en punto á traza y ejecución de un plan dramático.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando