United States or Ukraine ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pampa dijo que le había visto salir, y misia Casilda imaginó que habría ido a buscar recursos por su lado, a pedir otra prórroga quizá... Entonces, antojósele que lo mejor, lo más hacedero, era irse directamente a ese señor de Portas, y arrancarle la concesión de un nuevo plazo prudencial para efectuar el saldo del maldito pagaré: ¡veinticuatro horas de prórroga importaba quizá la salvación!

Pero no osaba acercarse al portugués en público, y espiaba la ocasión de una entrevista; un día y otro día entraba en la Bolsa, y antes que la pizarra, sus ojos buscaban el levitón café, le seguía, le rozaba con la manga al pasar, pero sin detenerse; don Bernardino saludaba sonriendo y el señor de Melo Portas mostraba sus dientes de jabalí, lo que más parecía amenaza de mordisco, que expresión de cortesía.

¿No te conmueve mi propio peligro? Como continuase muda, acerqué mi rostro al suyo, que procuraba ocultar a mis miradas y vi que tenía los ojos llenos de lágrimas. ¿Lloras porque corro peligro? Te portas ahora como solías ser antes, pero no como el Rey... como el Rey que yo había aprendido a amar. Lancé un gemido y la estreché sobre mi corazón.

El plan tendría unos 12 pies sin astilla muerta, pues ésta no se inventó hasta el año de 1601, en los tiempos de innovación de D. Diego Brochero. No llevaban portas ni portillas de luz más que en la chupeta ó cámara alta á popa. Las brazolas de las escotillas eran muy bajas, y éstas se cerraban completamente con cuarteles macizos en malos tiempos.

Pasó a la sala, donde el insigne portugués estaba ya instalado, en un sillón de seda amarilla, gastadísima, con los flecos deshilachados. Muy señora mía... Servidora de usted... Al nombre de Portas, misia Casilda se animó. ¡Ah, es usted el señor de Portas! Pues precisamente iba yo a su casa ahora.

Qué clase de artillería montaba, cuáles eran las formas, dimensiones y calibres de las piezas y cómo estaban montadas. Si los cañones iban en portas; si se usaban portillas para dar luz y ventilación á los alojamientos y si estaban éstas provistas de arandelas. Cómo estaba dispuesta la aguja de rumbo y si llevaban ballestillas para las observaciones astronómicas.

Por las portas y batallolas de popa, de cuándo en cuándo se divisaban las ondulaciones proyectadas á flor de agua por el inseparable compañero de los barcos en las regiones de calma, por el más carnicero y terrible habitante de las ondas, por el temido tiburón. Uno de grandes proporciones pagó con la vida su persistencia.

No hay más que un modo de tratarlos, que yo sepa repuso la rubia con admirable sinceridad : bien... Pero el caso es que aplicas este mismo procedimiento, generoso y cortés, a las mujeres, y te resulta el efecto contrario; y cuanto mejor te portas con ellas, menos te quieren y más lo disimulan. ¡Si lo yo!

Y eso por ti... ¡por ti, que te portas peor que una gitana! ¡por ti, veleta!... Exaltándose a impulsos de su ira, hablaba de la tristeza de Rafael, del gesto lloroso con que había implorado su auxilio, de la angustia con que aguardaba el resultado de su mediación. Pero no pudo hablar más.

En cuanto a su caridad, practicaba la de su conveniencia, y nada más. Cualquiera dirá, enterado de estos datos, que, siendo don Raimundo un tipo moral despreciable, era un tipo social despreciado. Pues, ¡no, señor! Don Raimundo de Melo Portas e Azevedo era un hombre a quien se agasajaba y mimaba, como puede serlo, y en realidad no lo es, el varón de grandes y positivos méritos.