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Actualizado: 10 de julio de 2025
Ahora, al volver de Galicia, la Rosario me contó todo lo que había ocurrido durante mi ausencia. Yo había estado más de un mes sin recibir cartas ni leer periódicos, y quería restablecer mi contacto con la vida urbana. ¿Se han suicidado muchos platos? ¿Han traído muchas cuentas? ¿En qué nuevas aventuras se ha metido el amigo Charlot?...
Esa de la puerta tallada de colores es Servia, de cerca de Rusia, donde hacen tapicería fina y mosaicos, y ese comedor, con su techo de aleros, es de Rumania, donde el más pobre viste de paños bordados, y comen la carne casi cruda con mucha pimienta en platos de madera, y beben leche de búfalo.
Es por esta razón qué se tomaban disposiciones para que en la mala estación época en que había poco trabajo y las horas parecían largas varios vecinos tuvieran sucesivamente mesa abierta. Así que los platos del squire Cass no eran tan frescos ni tan abundantes, sus convidados no podían hacer mejor cosa que trasladarse a la casa del señor Osgood, en los Huertos.
Su devoción consistía en presidir muchas cofradías, pedir limosna con gran descaro a la puerta de las iglesias, azotando la bandeja con una moneda de cinco duros, regalar platos de dulce a los canónigos, convidarles a comer, mandar capones al Obispo y fruta a las monjas para que hicieran conservas.
«En estas primeras conferencias, se decía el Magistral no se trata aún de estudiarla bien a ella, sino de hacerme agradable, de imponerme por la grandeza de alma; debo hacerla mía por obra del espíritu y después... ella hablará... y sabré lo del Vivero, que me parece que no fue nada entre dos platos».
Al sordo zumbido de la gente que ocupaba los dos salones uníase un retintín continuo de platos, vidrios y maderas. Todo cantaba de pronto, como si una vida extraña resucitase los objetos inanimados, haciéndolos conversar con voces y golpeteos: el cuchillo contra el vaso, la cuchara contra la botella, el sillón contra la mesa, la fosforera de loza contra el búcaro de flores.
El fondo de la pieza ocupábalo un alto mostrador atestado de rimeros de platos, de grupos de cristalería recién lavada, de fruteros donde las pirámides de manzanas y peras pardeaban ante el verde fuerte del musgo. En la mesa principal, en dos floreros de azul porcelana, acababan de mustiarse lacias flores, rosas tardías, girasoles inodoros.
Se hizo traer el paquete de los menú escrito en un papel imitación de pergamino con las iniciales doradas del dueño de la casa; llamó al secretario de su marido; le hizo escribir sobre cada uno el nombre de los invitados y luego fué por sí misma colocándolos sobre los platos.
Una criada toda azorada retira el capón en el plato de su salsa; al pasar sobre mí hace una pequeña inclinación, y una lluvia maléfica de grasa desciende, como el rocío sobre los prados, á dejar eternas huellas en mi pantalón color de perla; la angustia y el aturdimiento de la criada no conocen término; retírase atolondrada sin acertar con las excusas; al volverse tropieza con el criado, que traía una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso estruendo y confusión. ¡Por San Pedro! exclama dando una voz Braulio, difundida ya sobre sus facciones una palidez mortal, al paso que brota fuego el rostro de su esposa.
Los platos 20 de sopa estaban en el suelo, porque los osos no emplean mesas. Vamos a dar un paseo, dijo el oso grande; y cuando volvamos podemos tomar la sopa. Los osos tenían hambre, mucha hambre, pero eran muy pacientes y salieron todos a dar un paseo por el bosque; primero 25 el oso grande, después el oso mediano y por último el oso pequeño. Poco después entró una niña en el bosque.
Palabra del Dia
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