United States or Christmas Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero ¿no hay un tiro que mate al pillo de tu tío?... ¡Ese bribón cree que te va a entrar el amor con los palos!... Estoy viéndole azuzar a tu padre... «Pégale, pégale, que ya cederá»... Si no fuese por ti, ya le hubiera roto el bautismo... y aun si le tropiezo, no si podré contenerme. ¡Madre mía, cómo se apura D. Andrés! exclamó riendo la aldeana.

, señor, ¿te sorprende? pues lo mismito quedé yo; estaba entretenido, en la acera de enfrente, en ver sacar los muebles de mi señor hermano, y a cada uno que echaban al carro, lo saludaba, diciendo: ¡toma, pillo! ¡toma, ladrón! cuando ¡cataplum! la señora Casilda que llega y se para a la puerta, con el aire de quien vacila, diciendo: ¿Entro o no entro?

¡Este Rafael! decía a su consejero con aquella confianza que le había hecho relatar más de una vez las tristezas de la intimidad con su esposo. ¡Qué pillo es! ¡De seguro que la estará besando! Déjelos usted, doña Bernarda. Cuanto más se meta en harina, menos peligro de que vuelva a la otra. ¿Volver?... No había cuidado.

Juanito husmeó en el ambiente algo terrible e inesperado, y se olvidó de todo, atento únicamente a conocer el misterio. Fue a preguntar, pero el señor Cuadros le atajó poniéndose en pie y avanzando con los brazos abiertos, con expresión paternal y desesperada. ¡Ay, hijo mío! Estamos perdidos. Ese Morte es un pillo.

Las gentes que perdían su dinero en el Casino guardaban un mal recuerdo; pero ¿dónde encontrar una ciudad más tranquila, plácida y limpia, con su temperatura primaveral en pleno invierno?... Todo el mundo pasa por aquí: mucho pillo, pero también se ven gentes ilustres y puede uno gozar de una sociedad distinguida.... Yo apenas juego, y por esto aprecio la hermosura del país.

Cuando le parecía al buen tendero que iba demasiado lejos en sus negaciones, para ocultar el miedo, se ponía de pie, copa en mano, y decía solemnemente: En último caso, si me equivoco, si blasfemo... toda la responsabilidad caiga sobre ese pillo... sobre ese rapavelas... ¡sobre ese maldito don Fermín!...

Pues el Provisor desnuda a todos los santos para vestirse él. Es un pillo, a fe de Barinaga, un pillo que ya yo de qué muerte va a morir. Barinaga olía a aguardiente. Era el olor de su bilis. Don Cayetano se encogió de hombros y dio media vuelta.

Su fogoso temperamento le impulsaba á seguir adelante, arrojándose en brazos de la fortuna, y en las tinieblas de lo imprevisto. Su alma se adaptaba á las ruidosas y dramáticas aventuras. ¿Qué hizo el muy pillo?

Al pillo, ¡garrotazo!, y al honrado, «¡Vengan esos cinco!, ¡usted es mi amigo...!» Un rey que no permita que el rico atropelle al pobre y se burle de él, que no deje que nadie se muera de hambre queriendo trabajar... Vamos, creo que me explico. ¿Y eso crees que existía en otra época y que tu rey va a restaurarlo?

Que si cielo, que si infierno, que si Dios, que si diablo, que si... tres mil rábanos. ¡Y la muerte, esa muy pindonga de la muerte, que no se acuerda de tanto pillo, de tanto farsante, de tanto imbécil, y se le antoja mi niño, por ser lo mejor que hay en el mundo!... Todo está mal, y el mundo es un asco, una grandísima porqueríaRufina se fue y entró Bailón, trayéndose una cara muy compungida.