Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de mayo de 2025
Más abajito... más arribita... ahí... fuerte... ¡Ay, niña de mi vida, eres la gloria eterna!... ¡Qué dicha la mía en poseerte!... «Cuando estás malo es cuando me dices esas cosas... Ya me las pagarás todas juntas». Sí, soy un pillo... Pégame. Toma, toma. Cómeme... Sí, que te como, y te arranco un bocado... ¡Ay! ¡ay!, no tanto, caramba. ¡Si alguien nos viera!...
Terminó la lectura del Evangelio y pudo darse la satisfacción de contemplar un rato con persistencia los movimientos de Lorito. ¿Por qué estaba este pillo tan distraído mirando a la tribuna arrobado en la audición de las melodías del órgano, cuando no hacía dos segundos que le había visto meterse en el bolsillo media libra de cera por lo menos?
¡Pillo! ¡Hereje!... ¡Descamisado!... exclamaba doña Bernarda. Pero lo decía en voz muy baja y con cierto miedo, pues aquellos tiempos eran malos para la casa de Brull. Rafael recordaba que su padre mostrábase por entonces más sombrío que nunca, y apenas salía del patio. A no ser por el respeto que inspiraban sus garras vellosas y el entrecejo tempestuoso, se lo hubieran comido.
En pie, delante del púlpito, seguía con gran curiosidad las palabras del excusador, haciendo inútiles esfuerzos por adivinar a quién se refería. Al cabo vino a averiguarlo, cuando el excusador puso a su monstruo un gorro frigio sobre la cabeza. ¡Ah, sí, Garibaldi exclamó lleno de alegría!... Muy bien, muy bien... ¡Duro en él, D. José, duro en él; duro en ese pillo!...
En guerra.... Si les vuelvo a encontrar... van a la calle por el balcón... y tú detrás. ¡Valiente papamoscas! Pero hombre, no mates tanta gente, que se acaba el mundo. ¿Qué buscaban esos pillos? El pillo eres tú... salvaje. ¡Tanto rezar rosarios en casa de D. Felicísimo, y llama pillos a los señores sacerdotes!... ¿A qué venían? A lo que nos ha dado la gana.
Una hora estuvo Camucha contando los detalles. Yo la oía sin escucharla. Entonces sucedió algo cómico. A propósito de lo que contaba reclamó mi opinión. ¿A ti te parece, dime? Sí, Camucha, le contesté al azar. Todos pusieron una cara de sorpresa. ¿Entonces tú lo defiendes, a ese pillo? Yo había aprobado, sin vacilación, inconscientemente, la actitud del novio indigno". "13 de junio.
No había olvidado las advertencias de su tío y de sus maestros; pero, sin agravio de ellas, bien podía suponer que cada marchante fuera un pillo, y un ladrón disfrazado cada transeúnte. ¿Traían en la frente alguna señal que demostrara lo contrario? Pues, en la duda, cara de perro a todo bicho viviente.
En cuanto leas lo que te digo, te pones a hacer consideraciones sobre lo raro y lo novelesco de que yo... en mi posición, quiera a un hombre como tú. ¡Hasta que te cure la tontería, no he de parar! ¿No dicen que el amor es ciego? ¿No pude enamorarme de un pillo? Pues me ha dado por quererte a tí, que eres bueno, y asunto concluido.
¿Pillo?... ¿Por qué?... el doctor Moreno es todo un caballero, Melchor. Sí... sin duda... un caballero que te habría declarado sano el primer día que te vio, si no hubiera comprendido que eras un buen filón. ¿Pero por qué hablas así del doctor Moreno?
Su marido nos ha salido un borrachín, un bufao, que todos los domingos vuelve de la taberna de Copa a cuatro patas, como un burro, y lo han de meter en la cama para que duerma la mona un par de días. ¡Y qué pausas, Virgen santa! Mi pobre Pepeta pasa la vida de Santa Catalina de Sena, y la muy bestia, erre que erre, sin aborreser a ese pillo de Pimentó, que no vale ni un papel de fumar.
Palabra del Dia
Otros Mirando