Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de mayo de 2025


Pero, ¿quién es vuestro padre? El excelentísimo señor don Pedro Téllez Girón, duque de Osuna, marqués de Peñafiel, conde de Ureña, virrey de Nápoles, y capitán general de los ejércitos de su majestad dijo con amargura el joven. ¿Y os pesa de ello, don Juan? dijo Quevedo cambiando de tono. Pésame por mi madre. ¿Sabéis quién es vuestra madre? No; ¿y vos? Tampoco contestó prudentemente Quevedo.

¿Falsas? ¡eh, señora! si queréis ahora mismo por ellas doscientos doblones... ¿De veras? Tan de veras como que os los doy. No, no las vendo; quedáos con Dios. Y Esperanza volvió loca de alegría á su casa. Entretanto, el duque de Osuna decía á su mayordomo: Oye: ¿no tengo yo ninguna casa en Madrid desalquilada? ; , señor: en la calle de la Palma Alta tiene vuecencia una.

Otro fragmento de las Partes extravagantes, de que hablamos, existe, al parecer, en los dos tomos siguientes de comedias atribuídas á Lope, también de la biblioteca del duque de Osuna. Tomo CXXXII, que contiene: En la mayor lealtad mayor agravio y Favores del cielo en Portugal: representóla Christóval de Avendaño.

El castillo de Belalcázar es propiedad del duque de Osuna por la incorporacion del condado en la casa de Benavente. El hecho que acabamos de referir está sacado de la Historia m. s. de la ciudad de Córdoba atribuída á D. Andrés Morales que posee la Real Academia de la Historia, Tomo II. pág. 1474 y siguientes.

No miento, Catalina, no miento; yo te amo, yo te adoro, yo te venero... ¡Dios lo sabe! Y Quevedo no mentía. Amaba con toda su alma á la condesa. Pero amaba más á su ambición. Su ambición estaba personificada en el duque de Osuna, y Quevedo servía al duque en cuerpo y alma.

Adiós. El duque de Osuna notó que doña Juana se quedaba en la reja. Tuvo intenciones de volver. De decirla: soy yo; yo el hombre que os ama; el hombre á quien amáis. Porque el duque de Osuna había llegado á comprender que doña Juana le amaba. Pero había comprendido también que doña Juana tenía fuerza sobrada para contener su amor. Que era capaz de morir antes que deshonrarse.

Una comedia de Antonio Coello, Yernos de naturaleza y aciertos de la fortuna, con licencia de 1634, se guarda en la Biblioteca del duque de Osuna. He visto representar esta comedia en España; pero como no la tengo á mano, no la recordaría suficientemente, si no hubiese recurrido al análisis, que hace de ella el escritor citado en La Revue des deux mondes.

Vámonos á Napóles... ó si no queréis venir, dadme una carta para el duque de Osuna; entraré en un convento... vuestro amigo me ha hecho mucho daño... me ha hecho insoportable el duque de Lerma, odioso Calderón. Tal vez la vida de mi amigo consiste en que os apoderéis más que nunca del ánimo de Lerma. ¡Cómo!

Con paisanos, pues, creó Sevilla cinco batallones y dos regimientos de caballería; Cádiz mandó el batallón de tiradores que llevaba su nombre, y las ciudades y villas de Utrera, Jerez, Osuna, Carmona, Jaén, Montoro y Cabra enviaron cuerpos de infantería y caballería de número irregular.

Entró sin descomponerse, con un desdén y una gravedad calculados para henchir de respeto el corazón de las castas inferiores. Deslizándose como un mono por los parajes oscuros, buscando la proximidad de las mujeres obesas, y cuando no, la de las que estaban en regulares carnes, andaba nuestro amigo Osuna, el administrador de la casa Montesinos.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando