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Actualizado: 1 de mayo de 2025


En tanto, el joven observaba que tenía demudado el semblante, cerrados los ojos, flojos y caídos los brazos; hizo un esfuerzo heroico, la cogió en sus brazos y la subió. La cabeza de la enferma descansó sobre sus hombros, y Lázaro notó que el contacto de su frente le quemaba el cuello. Tiene mucha fiebre dijo depositándola en el pasillo, porque Paz no le permitió que llegara á la alcoba.

No hay en generosidad, más hay afecto. Pues bien: si somos hermanos, podemos hablar con franqueza. Yo la observaba y vi que su frente se había serenado. , hablemos con franqueza la dije. Pues bien: he amado a un hombre. ¿A un hombre digno de ti? ¿Digno de ! ¡digno de ser adorado, digno de una felicidad que le ha negado Dios! ¿Joven? Joven y hermoso. ¿Y él te amaba?

En efecto, hacía días que observaba en su hermano cierta predisposición a la melancolía bastante ajena a su carácter: a menudo se pasaba horas enteras con los ojos estáticos, inmóvil, dando señales de hallarse emboscado en una maraña de pensamientos tristes: le molestaba la compañía de los amigos y aun llegaba a desagradarle que su hermana le leyese demasiado tiempo.

Yo miraba a los ingleses, remando con tanta decisión como los nuestros; yo observaba en sus semblantes las mismas señales de terror o de esperanza, y, sobre todo, la expresión propia del santo sentimiento de humanidad y caridad, que era el móvil de unos y otros.

Pero hay cosas que no puedes saber por tu memoria, y son la curiosidad interesada con que yo observaba tus pasos desde Madrid, y resuelto propósito de socorrerte cuando caíste en el mayor peligro en que puede caer un hombre.

Ninguna circunstancia quedó, referente a la amistad del conde y al hallazgo de la niña, que no revolviese y pesase en su pensamiento. Tornose silencioso y meditabundo. La mirada dura de sus ojos hundidos se posaba con insistencia en Amalia siempre que ésta entraba en su habitación. Amalia observaba todo esto, y leía tan perfectamente en el cerebro de su esposo como en un libro abierto.

Era su acompañante obligado en los paseos, y también en casa departíamos a menudo, ora en el cuarto de la superiora, ya sentados algún ratito en el patio. Observaba que la gente, al pasearnos en la galería o en el parque, nos miraba con curiosidad.

Con mucho gusto, aunque eres un compañero peligroso con tu musculatura y tu aspecto de vigor... Estos primitivos de América tienen un culto por la fuerza... Tragomer observaba á Sorege con todas sus facultades; escuchaba las entonaciones de su voz y espiaba los movimientos de su cara. Nada acusaba agitación en el conde, excepto un pequeño temblor de la boca, que podía ser nervioso.

Dos veces le he hablado. ¿Y sabes lo que hace? Alzar los hombros, sacudir la ceniza del cigarro con el dedo meñique, y decir que ahí se las den todas. El enamorado oía con júbilo estas palabras, que eran para él un gran consuelo. Indudablemente Juan Pablo observaba la prudente regla de respetar los sentimientos y propósitos ajenos para que le respetaran los suyos.

En la estación tomé un coche con mi compañera, que temblaba hasta el punto de tener que sostenerla. Y, con voz ahogada, me preguntaba cada dos pasos: ¿Es aquí? Ni siquiera observaba el ruido de las calles, el cruzamiento de coches, ni la agitación de la multitud, absorbida por la idea de su padre, al que no conocía.

Palabra del Dia

hociquea

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