United States or Saudi Arabia ? Vote for the TOP Country of the Week !


La condesa entró bruscamente en el cuarto y echando a todas partes miradas furibundas, se puso a gritar: ¿Dónde está el intendente? Os pregunto, ¿dónde está el intendente? ¿No me oís acaso, insolente? Estaba aquí hace un momento, señora respondió Marta. ¿A dónde ha ido? No lo , señora. ¿Qué significan, veamos, esas lágrimas y esa palidez? Me ha retado, señora.

También las oyó Nolo, el intrépido y glorioso guerrero de la Braña. Bajaba con sus compañeros de retorno la cuesta de Canzana. Escuchad dijo quedando inmóvil con el oído atento. ¿No oís los gritos y risotadas de esos peleles? Seguro es ya que han logrado meter á los de Entralgo en sus casas.

Y continuó hablando mientras miraba a Silas con compasión: ¿Pero no oísteis las campanas de la iglesia esta mañana, maese Marner? ¿Conque ignorabais que hoy es domingo? Viviendo aquí tan solitario os olvidáis del día que es, me parece; además, con el ruido del telar, no oís las campanas, que, por otra parte, ahora sofoca el aire frío y húmedo que reina.

¡No lo consentiría yo! ¡ eres el peor de todos!... Ya tendréis el castigo, si no en esta vida, en la otra... Os dejo, os dejo entregados a este latrocinio impío... ¿Oís esa campana: Llama por y llama también por vosotros... Voy a decir la primera misa por el descanso de nuestra madre, mi protectora, mi madre. Vosotros, Caínes, bien hacéis en no oírla. ¡Sería un escarnio!

18 Mirad pues cómo oís; porque a cualquiera que tuviere, le será dado; y a cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado. 19 Y vinieron a él su madre y hermanos; y no podían llegar a él por causa de la multitud. 20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, que quieren verte.

ELECTRA. Silencio... Me llama, me llama. EVARISTA. ¡Hija, vuelve en ti! ELECTRA. ¿Oís?... Voy, madre mía. A ti no... A sola. ¿No oís la voz que dice ¡Eleeeectra!...? Voy a ti, madre querida. MÁXIMO. Iniquidad! Para poder robármela le han quitado la razón. MARQU

Y voy por él. ¡Un manto! ¡una litera! añadió dirigiéndose á una puerta . Después, venid, madre mía; él estará ya aquí. ¡No oís! ¡dueñas! ¡lacayos! Adiós, hija mía, adiós dijo la duquesa viendo que se acercaba gente, y salió. Pronto, doña Inés, mi manto; que pongan una litera al momento repitió con impaciencia doña Clara. Y cinco minutos después, dentro de una litera salía del alcázar la joven.

Pero, con todo esto, por dondequiera que va muestra su tristeza y melancolía, y no se precia de criar en sus aguas peces regalados y de estima, sino burdos y desabridos, bien diferentes de los del Tajo dorado; y esto que agora os digo, ¡oh primo mío!, os lo he dicho muchas veces; y, como no me respondéis, imagino que no me dais crédito, o no me oís, de lo que yo recibo tanta pena cual Dios lo sabe.

26 y veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino a gran multitud de casi toda el Asia, ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se hacen con las manos.

Este es un prodigio para entenderse con toda clase de bichos manifestó Elena . Figuraos que ha llegado a domesticar un bando de gorriones... ¿Os sorprende...? Pues es como lo oís. Un día entraron en nuestra habitación por casualidad. Germán cierra los balcones y no qué hace con ellos. Al día siguiente vuelven, y lo mismo. En fin, llegaron a dormir en nuestro gabinete encima de las lámparas.