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Actualizado: 26 de junio de 2025
La madre no sabía mas que llorar, metida en un ángulo del cuarto, encogida, apelotonada, pequeña como una niña, como si se esforzase por anularse y desaparecer.
Quise saber pormenores de su vida. Los datos vagos que me había suministrado la madre Florentina habían excitado fuertemente mi curiosidad, y las reticencias de ahora no eran a propósito para calmarla. Isabel sabía poco, o no quiso decirlo. Parece que Gloria fue metida en el colegio contra su voluntad y que luego se hizo monja por no avenirse con su madre.
Y cuenta que las tales señoras prendadas de San Vicente, se desataron mil veces más contra el santo que contra Ignacio se desató la Duquesa. Baste recordar que una vez cuando San Vicente volvió a su celda, se encontró metida en su cama a la linda dama que le pretendía.
En cuanto entraron Jacinta y Rafaela vieron a Juanín jugando en el patio. Llamáronle y no quiso venir. Las miraba desde lejos, riendo, con media mano metida dentro de la boca; pero en cuanto le enseñaron el tambor que le traían, como se enseñan al toro, azuzándole, las banderillas que se le han de clavar, vino corriendo como exhalación.
Después de una pausa para reflexionar. Su amiga de usted preguntó Pierrepont , ¿desea ese matrimonio? Desea y aprueba todo lo que pueda sacarla del infierno en que está metida.
Tan metida en sí misma estaba con estos bochornos y aquellas alegrías, que apenas comió. Como recordara en la mesa que debía hablar algo de Augusto para preparar su presentación, dijo que era un estudiante pobre, un buen chico, hijo de labradores, algo tocado de la cabeza, más músico que médico y más médico que fino.
La meditación era mucho más honda y eficaz si la señora tenía metida toda la mano izquierda, hasta más arriba de la muñeca, dentro de una media, y si las claraboyas de esta eran bastante anchas para poder tener sobre ellas enrejados como los de una cárcel.
¡Digno señor! exclamó el médico que se había adelantado hasta el pie del tablado, piadoso Sr. Dimmesdale, ¿sóis realmente vos? Sí, sí, seguramente que sí. ¡Vaya! ¡Vaya! Nosotros, hombres de estudio, que tenemos la cabeza metida en nuestros libros, necesitamos que se nos vigile. Soñamos despiertos, y nos paseamos durmiendo. Venid, buen señor y amigo querido; dejadme que os conduzca á vuestra casa.
El alma de la mujer podía en ella más que el instinto de la hembra. El amor material le pareció cosa baladí. Se había entregado; bueno ¿y qué? ¿no era libre? ¡así como así, jamás había de pertenecer a otro! No en vano tenía metida en el cerebro la vehemencia romántica de cuantas escenas dramáticas leyó y vio representar. A medio día salió al ensayo.
Ahora bien: como Clotilde, la madre de Inesita, las tías y las hermanas de ésta son partidarias decididas de que la muchacha se case con Carlitos, héme metida en un conflicto, pues comprenderá usted que el fuero de familia me compele y obliga a pesar de mi carácter poco dado a la lucha a defender a mi cuñado en una pretensión que juzgo justa.
Palabra del Dia
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