Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de mayo de 2025


Ya era libre y señor; su madre había abandonado el mundo, dos meses antes, entrando al convento de San José, y acababan de enviarla, en compañía de otras novicias, a una casa de la Orden, en la ciudad de Córdoba. Sentose ante la mesa. El esquilón de la Catedral golpeó tres campanadas tranquilas. Las tres se dijo, y el paje no llega con la merienda.

Gastad, gastad, y si no basta con el dinero que ahí está, os daré más. ¡Dios mio! con ese dinero basta para dar un convite de Estado en palacio. Pues bien, el oro hace milagros. Gastad sin miedo, y que la merienda esté dispuesta para las ocho de la noche. Lo estará. El tío Manolillo os llevará á la casa donde habéis de guisar y servir esa merienda. ¿Será necesario buscar vajilla?

¡No lo , no lo ! contestó todo gemibundo y miedoso Montiño. ¡Cómo! ¿No os ha dicho el tío Manolillo?... No, ni la Dorotea tampoco. ¿Qué decís de la Dorotea? La Dorotea ha sido la que me ha mandado envenenar un dulce... guisar una merienda. ¡La Dorotea!... ¡Dios mío! ¡Corred, corred, que la Dorotea quiere envenenar á una persona!... ¡Y no os ha dicho el nombre de esa persona!... No; no, señor.

Mis hijos, ¿dónde están? murmuró Bringas. Junto a la puerta estaban Isabelita y Alfonsín, aterrados, mudos, sin atreverse a dar un paso: el pequeño con el pan de la merienda en la mano, masticándolo lentamente; la niña seria, con las manos a la espalda, mirando el triste grupo de sus padres consternados. Rosalía les mandó acercarse.

Y entre las risotadas de sus compañeros, describía a la pobre muchacha con minuciosidad vergonzosa, como si la hubiera desnudado con la mirada. El Menut no levantaba la cabeza, absorto en su trabajo; pero estaba pálido, como si dentro del estómago se revolviera la merienda mordiéndole.

Cada una de las que ha podido traerse de allí algún empleado poco limpio, nos ha costado mil pesetas al conjunto de los demás peninsulares y nos cuesta además y nos costará muchas lágrimas. ¿Qué mejor venganza podemos tomar de los cubanos rebeldes que concederles la libertad por que combaten? Una vez Cuba libre, Cuba se volvería merienda de negros.

¡Aquí! ¡aquí! ¡a trabajar todo el mundo! gritaba Visita chupándose los dedos llenos de almíbar. ¿Pero qué es esto, señoras? ¿No estaban ustedes en casa de Visita preparando la merienda? Visita se ruborizó levemente. Se celebró a carcajadas el chasco que se llevaría el pobre Joaquinito Orgaz, que había ido a caza de Obdulia.... Obdulia lo explicó todo.

No tenía más familia que una sobrinita llamada Irene, de unos nueve o diez años, huérfana de un hermano de García Grande que había sido caballerizo de S. M. Esta era la inseparable amiguita de la niña de Bringas, y por las tardes se las veía, muñeca en mano y merienda en boca, jugando en la terraza o en las partes más claras de aquellas luengas calles cubiertas.

Amaba la tranquila libertad del campo y pasaba los días bajo un emparrado adornado con guirnaldas de madreselvas, cultivando la amistad de los jilgueros que venían á cantar para ella, revoloteaban al alcance de su mano y comían miguitas de su merienda.

Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda; y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando