Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de junio de 2025
Por la tarde, cuando la mayor afluencia de máscaras y de gente acudía al Prado y a Recoletos, nadie osaba pisar aquel sitio regado de sangre, y llamábanse todos a la acera opuesta, lanzando a la segunda ventana una mirada larga y medrosa.
Todos los encamisados era gente medrosa y sin armas, y así, con facilidad, en un momento dejaron la refriega y comenzaron a correr por aquel campo con las hachas encendidas, que no parecían sino a los de las máscaras que en noche de regocijo y fiesta corren.
Bien está que hablen así dos hombres, fuertes, grandes y superiores, pero, tengan en cuenta que yo estoy aquí y no puedo oír estas cosas sin gran pesar de mi alma. Atiendan a que están ante una mujer débil y medrosa, que no entiende nada de estas cosas, pero a quien trastorna el tono en que están pronunciadas.
Casi abandonada la nave de dirección y de auxilios humanos, corrió aún no poco tiempo con velocidad vertiginosa, a merced del huracán que la impelía sobre la líquida faz del Océano, que ya la levantaba en sus oleadas, ya la precipitaba en la medrosa hondura que entre dos montes de agua a cada momento se abría. La nave de Morsamor no pudo resistir más.
Las diez ó doce vacas que había dentro acostadas sobre hojas de castaño y rumiando con sosiego volvieron lentamente la cabeza para mirar á la puerta. Una de ellas, más medrosa que las otras, se puso en pie. La condesa aspiró aquel ambiente denso y húmedo con más placer que los perfumes de su tocador. ¿Cómo se llama esa vaca que se ha levantado? Cereza. ¡Qué hermosa es!
Te engañas. ¡Temor vano! ¿Crees que te hablo en arrogante alarde, que la mente medrosa desmiente con terror? ¿Piensas acaso, que sabiendo que Dios únicamente puede cortar de la existencia el hilo, me rio de tu saña? ¿O que sintiendo robusto el cuerpo, el ánimo tranquilo, desprecio tu impotencia? ¿O que á grave dolencia rendido, busco en tí el alivio ansiado? Mas... ¡ah!
Paciencia y calma, y dejemos que corra el ovillo dijo el bufón. Una ráfaga de viento arrastró las palabras de Quevedo y del tío Manolillo. Habíase distraído Quevedo, y cuando volvió á mirar, vió que don Juan de Guzmán mostraba á Luisa un objeto envuelto en un papel, sobre el cual arrojó una mirada medrosa Luisa. No, no repitió la joven . ¡Qué horror!
En la atmósfera flotaban los últimos resplandores del sol ya puesto, y la árida campiña aparecía envuelta en una claridad medrosa, mientras al lado opuesto se iba extendiendo una ancha faja oscura, que se dilataba lentamente por el cielo. El traje de Paz formaba una mancha clara cortada por los hierros de la verja: Pateta se comía con los ojos a la señorita, sin adivinar lo que querría decirle.
La guerra le había sorprendido viviendo en el Gran Hotel. Afortunadamente, recibió aviso dos días antes de la ruptura de hostilidades, pudiendo librarse de quedar prisionera en un campo de concentración... Y no quiso decir más. Era verbosa y franca al relatar los trabajos pasados, pero el recuerdo de los recientes le infundía una reserva inquieta y medrosa.
Yo había notado que no le gustaba volver a su casa de noche, y este descubrimiento, aunque me le hacía más simpático, porque yo misma era muy medrosa, no podía dejarme ninguna ilusión sobre su coraje.
Palabra del Dia
Otros Mirando