Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 27 de mayo de 2025


Este es corto, de modo, que al hacer presa el caimán y cerrar la boca tropiezan sus poderosos colmillos en la mazorca de abacá, cuyas sueltas hebras se le introducen en la unión de aquellos, haciendo imposible su rotura; en tal estado, el animal se enfurece, hace esfuerzos supremos y rompe la cuerda que sostenía del mangle el anzuelo; mas esto le es imposible hacer con la suelta madeja.

Podemos en esto, sin embargo, consolarnos de que la Europa haya suministrado un modelo al genio americano. La mazorca, con los mismos caracteres, compuesta de los mismos hombres, ha existido en la Edad Media en Francia, en tiempo de las guerras entre los partidos de los Armagnac y del duque de Borgoña.

Faltáronnos los jóvenes de la Escuela Politécnica para que encabezasen a una ciudad que sólo pedía una voz de mando para salir a las calles y desbaratar la mazorca y desalojar al caníbal. La mazorca, malogradas estas tentativas, se encargó de la fácil tarea de inundar las calles de sangre y de helar el ánimo de los que sobrevivían a fuerza de crímenes.

Joven aún, sólo revelaban su edad aquellos ojazos claros de virgen, inocentones y tímidos. El cuerpo, un puro esqueleto; y en el pelo rubio, de un color de mazorca tierna, aparecían ya las canas á puñados antes de los treinta años. ¿Qué vida le daba Pimentó? ¿Siempre tan borracho y huyendo del trabajo? Ella se lo había buscado, casándose contra los consejos de todo el mundo.

Cuerpo hay al frente de Montevideo que no conserva hoy un soldado y sólo dos oficiales de los que lo compusieron al principio. La población argentina desaparece, y la extranjera ocupa su lugar en medio de los gritos de la mazorca y de la Gaceta: ¡Mueran los extranjeros! Como la unidad se realiza gritando: ¡Mueran los unitarios! Como la federación ha muerto gritando: ¡Viva la federación!

Por otra parte, los pueblos obran siempre por reacciones; al estado de inquietud y de alarma en que Rosas los ha tenido durante quince años, ha de sucederse la calma necesariamente; por lo mismo que tantos y tan horribles crímenes se han cometido, el pueblo y el Gobierno huirán de cometer uno solo, a fin de que las ominosas palabras ¡mazorca!, ¡Rosas!, no vengan a zumbar en sus oídos, como otras tantas furias vengadoras; por lo mismo que las pretensiones exageradas de libertad que abrigan los unitarios han traído resultados tan calamitosos, los políticos serán en adelante prudentes en sus propósitos, los partidos medidos en sus exigencias.

El doctor don Vicente Maza, presidente de la Sala y de la Cámara de Justicia, consejero de Rosas, y el que más ha contribuído a elevarlo, ve un día que su retrato ha sido quitado de la sala del Tribunal por un destacamento de la mazorca; en la noche rompen los vidrios de las ventanas de su casa donde ha ido a asilarse; al día siguiente escribe a Rosas, en otro tiempo su protegido, su ahijado político, mostrándole la extrañeza de aquellos procedimientos y su inocencia de todo crimen.

Las hay blancas con el transparente blancor del alabastro; rubias como hebras de mazorca; morenas en que parecen haberse deleitado las miradas del sol, y también las hay enteramente negras, al igual de aquella princesa de las leyendas árabes que fue engendrada por el misterio en el vientre de la noche.

La mazorca, como los cabochiens, se compuso en su origen de los carniceros y desolladores de Buenos Aires. ¡Qué instructiva es la Historia! ¡Cómo se repite a cada rato!... Otra creación de aquella época fué el censo de las opiniones. Esta es una institución verdaderamente original.

Por último, de entre estas fiestas se desprende al fin la terrible Mazorca, cuerpo de Policía entusiasta, federal, que tiene por encargo y oficio echar lavativas de ají y aguarrás a los descontentos primero, y después, no bastando este tratamiento flogístico, degollar a aquéllos que se les indique.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando