United States or Bosnia and Herzegovina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sentí la vida en mis hinchadas venas cual lava ardiente discurrir de nuevo, y esperanzas, y dichas, y temores germinar en mi oscuro pensamiento; aspiré de la dulce primavera áuras y aromas en el triste invierno; la existencia encontré fácil y hermosa y de morir me abandonó el anhelo; me sentí renacer cuando ya estaba para el amor y la esperanza muerto, bajo la enorme losa de la tumba que levanté para mi amor primero.

Aunque en casa de Quiñones se guardaban de hablarse con intimidad, a la celosa valenciana no se le ocultaba lo que entre ellos existía. Sus ojos traspasaban como dos rayos de luz el cerebro de su amante y leían con claridad dentro de él. Luis estaba enamorado de su antigua novia. Las relaciones adúlteras le pesaban en el alma como una losa de piedra.

Allá los templos abiertos y las tumbas sin losa bostezan al nivel de las aguas luminosas; pero ni las riquezas que se muestran en los ojos adiamantados de cada ídolo, ni los cadáveres con sus rientes adornos de joyas, quitan a las aguas de su lecho; ninguna ondulación arruga, ¡ay de ! todo ese vasto desierto de cristal; ninguna ola indica que los vientos puedan existir sobre otros mares lejanos y más felices; ninguna ola, ninguna ola deja suponer que han existido vientos sobre mares menos horrorosamente serenos.

Los atrevidos cantos de la guerra Resuenen en la losa del soldado, Y de flores cubramos esa tierra Donde cayó sin vida, ensangrentado, Y de la patria el estandarte santo Sea de paz y proteccion su manto. No débil llanto su cabeza inunde!

El Capellán acude, y levanta el desfallecido cuerpo del Caballero. El hijo, más tardo por miedo o desamor, se acerca también y le ayuda. Casi en brazos le sacan de la capilla. Don Juan Manuel, en la puerta los hace detener y se arrodilla. ¡Abierta queda mi sepultura!... ¡Maldito quien intente poner la losa antes de haber bajado yo a la cueva! ¡María Soledad, espérame!

Permaneció algunos minutos inmóvil contemplándola. Sobre la losa estaba escrito con caracteres negros este nombre: ISABEL MARTÍNEZ DE ALCAZAR. Debajo de él estas dos fechas separadas por un guión: 1842-1883, que indicaban sin duda las del nacimiento y la muerte de la persona allí enterrada. Había sobre la losa algunas flores marchitas.

No sólo en aquella ocasión, sino en otras varias, observé que al separarse de doña María y al sentirse libre del peso de aquella gran losa de la autoridad materna, desbordábanse en ella con desenfrenada impetuosidad, fantasía, sentimiento, ideas y deseos. Presenciando la sesión, no cabía en misma; tan inquieta estaba, y tan sublevados sus nervios y tan impresionados sus sentidos.

lo lleva entre los labios el hijo de esta tierra: nombrar a Filipinas tu nombre es pronunciar; si el tiempo borra un día la losa que te encierra, no temas, pues tu nombre jamás se perderá.

La multitud, al desfilar por la calle delante de un panteon, comprende cada dia que la tumba es el fin de las miserables pasiones de una vida que la virtud no engrandece, y fortifica su conciencia para la peregrinacion mundanal con el pensamiento de ese algo misterioso que se adivina detras de la losa. Pasemos de la muerte á la vida.

Llamóse al padre Aliaga, que no se separó de él, y tanto se esforzaron que le creyeron salvado. Había dejado el lecho. Pero el mismo día en que le dejó, en que salió á la calle, le esperaron en vano. Llegó la noche y tampoco vino. Al día siguiente se supo que le habían hallado muerto sobre la sepultura de Dorotea. Aquella sepultura no tenía losa ni nombre.