United States or Turkey ? Vote for the TOP Country of the Week !


En su lugar encontramos vana hojarasca oratoria; en vez del lenguaje del sentimiento, hinchada fraseología; en vez de la lucha entre el honor, y el amor, y los deberes filiales, tan superiormente motivada en la comedia de Guillén de Castro, una coquetería opuesta á aquellos sentimientos; en vez de la figura heróica de Rodrigo, que se refleja y desenvuelve en los hechos representados como si viviera, un charlatán ostentoso; nos vemos, por último, obligados á aceptar el juicio de la Academia francesa sobre El Cid, aunque considerándolo con muy distinto criterio.

Ya no cabía duda de que la pasión de Maximiliano era tenaz y profunda, y de que le prestaba energías incontrastables. Ponerse frente a ella era como ponerse delante de una ola muy hinchada en el momento de reventar.

Sus ojos azules, dulces de ordinario, lanzaban centellas luminosas; su afilada y recta nariz, hinchada por la cólera, mostraba muy dilatadas las ventanillas; las cejas, frunciéndose en el centro, daban mayor majestad a su frente; la boca entreabierta dejaba ver unos dientes blancos, iguales y firmes, y sana frescura y vivo color de carmín en encías y lengua.

Efectivamente aún no te he visto con la cara hinchada... ¡Pero no te descuides! Todavía charlaron unos momentos embromándose mutuamente cuando se oyó el grito del conserje : Conferencia del señor Jiménez... Conferencia del señor Jiménez. Vamos a oír a Jiménez dijo Núñez alzándose de la mecedora. Sin embargo, Tristán todavía sentía un vago malestar en su espíritu.

En vano aguardó largo rato: la voz fue haciéndose apremiante, con graciosos temblores de impaciencia, pero sin aproximarse más. Febrer se asomó a la puerta y vio a la muchacha al pie de la escalera, algo empequeñecida por la distancia, con hinchada falda azul y un sombrero de paja del que pendían cintas a flores.

Quise correr para echar de la casa a la persona que hacía tanto ruido, pero, al abrir la puerta, me tropecé con ella. A la primera mirada reconocí esa cara colorada e hinchada, esos ojillos perversos. ¡Quién podía ser sino ella, la mejor de todas las tías y de todas las madres! ¡Al fin exclamé para mis adentros, al fin voy a verte de frente, mis ojos en los tuyos!

Bien se adivinaba en la arruga vertical hinchada entre sus cejas el propósito firme de hacer polvo al autor de su ruina. Barret se enfurecía cada vez más con el mozo. Llegó á llamarle ladrón porque se negaba á devolverle su arma. No tenía amigos; todos eran unos ingratos, iguales al avaro don Salvador. No quería dormir allí: se ahogaba.

Sin interrumpir su canto, ha abierto un agujero profundo en la corteza de una rama hinchada por el calor, llegando hasta la corriente de savia que circula madura por el sol, como un vino de generoso fermento. Conservando el tubo de succión hundido en este pozo, bebe y bebe con sensual inmovilidad, entregada por entero á los encantos del jarabe y de la estrofa.

Su lengua estaba hinchada, con grandes rasguños, por habérsela mordido durante la crisis. Isidro se explicó tímidamente, mientras ella lo contemplaba silenciosa, con sus ojos que parecían agrandados por los recientes espasmos.

Entonces la astenia y la inmovilidad de los síntomas dominan, escepto algunas ocasiones en que la persistencia de la tos, ciertos dolores y el estreñimiento reproducen la irritabilidad y el eretismo. La cara, sin embargo, está pálida, hinchada, con una espresion enfermiza; la menor emocion, el trabajo mental y el de la digestion congestionan el cerebro con calor y sensacion particular de tension.