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El ascético sacerdote gozaba más con perfeccionar las almas creyentes y buenas, que en atraer las que definitivamente se hallaban en las garras del pecado. Lo primero que se le ocurrió leer al P. Gil fue cierta Vida de Jesús, muy popular a la sazón entre los impíos y de la cual se hablaba siempre con desprecio mezclado de terror en el seminario. La leyó con profundo dolor y tristeza.

Al acercarse, Juan Claudio vio a los montañeses del Dagsberg acurrucados en unos a modo de pozos redondos que, a distancia de veinte pasos unos de otros, habían hecho. Aquellos animosos hombres se hallaban sentados en las mochilas, con la cantimplora a la derecha, el sombrero o las gorras de piel de zorro metidos hasta las orejas y el fusil entre las piernas.

Leida esta confesion delante de Benito, de los cardenales, prelados i demás personas presentes, entre quienes se hallaban los convertidos, mandó el antipapa que se hiciese lectura de los nuevos decretos que desde aquel punto establecia contra los judíos persistentes en la caduca lei.

Su hijo había entrado en el primer período de convalecencia y había sido asistido cuidadosamente por sus amigos, los cuales se hallaban a su lado en la pequeña bohardilla que le servía de habitación. Su alegría fue inmensa y pronto olvidó las malas impresiones recibidas durante el viaje, al saber que las primeras poesías de su hijo debían aparecer luego impresas en un pequeño volumen.

Despues de arrojado al rio el cadáver de S. Eulogio, estaba por la noche de centinela en la torre de la Vela un soldado de Ecija, el cual, acosado de la sed, se pasó á beber al caz que por encima del muro llevaba el agua á los baños del Califa; y estando allí vió en el rio una gran claridad, y observó que encima del cuerpo del santo mártir, que sobrenadaba, se hallaban como suspensos en el aire unos ángeles con blancas vestiduras sacerdotales, salmodiando dulcemente. ¡Qué asunto para un artista de !

Porque desengañados los Turcos de que los Griegos no les guardarian palabra, como gente desesperada, hicieron grande esfuerzo en avisar á los de su misma nacion, pues estaban de la otra parte del estrecho, y éstos como supieron el peligro en que se hallaban Calel, y los suyos, y las grandes riquezas que tenian, con vajeles pequeños, y en muchos viajes pasaron gran multitud de Turcos en su socorro, y viéndose tantos juntos, no solamente trataron de defenderse pero comenzaron á correr la tierra como platicos en ella.

Susana era bulliciosa y alegre; Valeria, tranquila y melancólica; la ligereza y vivacidad de una hallaban compensación y freno en la sensatez y reposo de otra: lo que al parecer debiera separarlas era precisamente lo que les unía. Pero aún estaba su amistad asentada en fundamento más firme.

Iba de un lado a otro visitando a los amigos, haciéndose visible en las redacciones de las revistas, sin conseguir una traducción ni que le admitiesen un artículo. La vida estaba paralizada: todos los que podían darle algo se hallaban ausentes.

Cuando se publicó La Letra Escarlata recibió Hawthorne numerosas cartas de personas desconocidas que, ó habían delinquido, ó estaban en gran peligro de delinquir, y se hallaban padeciendo las consecuencias de su situación especial. Estas personas se dirigían al autor en solicitud de consejos, como si se tratara de un amigo experimentado, ó de un antiguo y venerable confesor.

Todos conformes y gustosos adhirieron á sus ideas y aprobaron la determinacion que les habia manifestado, ofreciendo sacrificar sus vidas en la justa defensa de la patria; por lo que, aprovechándose de la buena disposicion en que todos se hallaban de salir á campaña, dió las órdenes para la marcha, y á pesar de las incomodidades que ofrecia la estacion rigorosa de las aguas, verificó la salida de la villa de Puno, el dia 7 de Febrero de 1781, sin detenerse en lo crecido de los rios, que opusieron no cortas dificultades á su paso el siguiente dia, entre los pueblos de Paucarcolla Caracoto, en cuyo puesto acabó de certificarse era cierto que los comisionado de Tupac-Amaru recorrian las poblaciones, divididos en tres trozos, y que el primero estaba situado en las inmediaciones de Saman, Taraco y Pusi.