Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Iba viviendo gracias a sus corretajes en el mercado de la plaza de la Cebada: viviendo nada más. Gallardo miró compasivamente su triste pelaje de pobre endomingado. Usté querrá ver la corría, ¿eh, compare?... Suba a mi cuarto y que le dé Garabato una entrada... ¡Adiós, güen mozo!... Pa que os compréis una cosilla.
El público le excitaba a ello. Entre los hombres puestos de pie en la contrabarrera, con el cuerpo echado adelante para no perder un detalle del momento decisivo, reconoció a muchos aficionados populares que comenzaban a apartarse de él y volvían ahora a aplaudirle, conmovidos por su muestra de consideración al «pueblo». ¡Aprovéchate, güen mozo!... ¡Vamo a ve la verdá!... ¡Tírate de veras!
Lo he recogido, Juan continuó el Pescadero . Yo no tengo familia; mi compañera se murió, y me hago la cuenta de que tengo un hijo... ¡Miserias! Pero si al hombre, ensima de sus desgrasias, le quitas el güen corazón, ¿pa qué sirve?... No creas que estamos en la abundancia el Pipi y yo.
Galoparon los dos jinetes, llevando al hombro como una lanza la garrocha de fina y resistente madera, con una pelota en su remate que resguardaba el hierro. Su paso por el barrio popular despertaba una ovación. ¡Olé los hombres guapos! Las mujeres saludaban con la mano. ¡Vaya con Dió, güen mozo! ¡Divertirse, señó Juan!
Dende ayer mañana que no he probao mas que un mendrugo y un poco de leche que me dieron en un chozo de pastor. ¡Güen apetito!... Y volvió a acometer el plato, acogiendo con guiños de ojos y un continuo mover de mandíbulas las bromas de Potaje sobre su voracidad. El picador quería hacerle beber.
Cuando duermo en algún cortijo o me escondo en mi casa por unos días, la primera vez que me meto en cama como cualquier cristiano y como de caliente en una mesa como ésta, me lo agradese el cuerpo; pero endispués me canso y paese que me tira el monte con sus miserias, y que me hase farta dormir al raso envuelto en la manta y con una piedra de cabesera... Sí; yo sirvo pa sordao; yo sería un güen sordao... Pero ¿aónde ir?... Se acabaron las guerras de verdad, donde ca uno, con un puñao de camarás, hacía lo que le aconsejaba su caletre.
41 Eran los días del apuro y alboroto pa el hembraje, pa preparar los potajes y osequiar bien a la gente, y así, pues, muy grandemente, pasaba siempre el gauchaje. 42 Vení, a la carne con cuero, la sabrosa carbonada, mazamorra pien pisada, los pasteles y el güen vino... pero ha querido el destino que todo aquello acabara.
Una de ellas, la tía pescueza que decía Primo, vino hacia mí con una cañita, y se la bebió, diciendo: Por uté, güen moso. Luego se sentó a mi lado y emprendió mi conquista, sin lograr enternecerme. Sus redondeces excepcionales no me hacían efecto: me causaban asco.
¡Esto sí que es güeno! exclamaba, ensanchando con una sonrisa su faz carillena . En la vía me ha pasao na igual. El rudo jinete parecía conmovido y turbado al mismo tiempo por el carácter femenil del presente. ¡Rositas a él!... Tiró de las riendas de la jaca. Salú a toos, cabayeros. Hasta que nos gorvamos a ve... Salú, güen mozo. Arguna vez te echaré un cigarro si pones una güena vara.
Señó Juan, diga la verdá: ¿quién le da a usté más fatigas, los toros, o toos esos novilleros que salen empujaos por el hambre y quieren quitar los moños a los maestros?... Lo mismo me pasa a mí. ¡Cuando igo que somos iguales!... En ca pueblo hay un güen mozo que sueña con ser mi hereero y espera pillarme un día durmiendo a la sombra de un árbol y haserme volar la cabesa a boca de jarro. ¡Menúo cartel que se gana el que se cargue al Plumitas!...
Palabra del Dia
Otros Mirando