United States or Guernsey ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ámonos decía la vieja con gran exaltación en la voz y los ademanes. Ámonos a Jerez en seguía. Quiero que antes de que amenesca la vean todos los nuestros, tan bonita y tan arreglá como la misma Mare de Dios. Quiero que la vea el abuelo, mi padre, cabayeros; el gitano más viejo de toa Andalusía, y que la bendiga el pobresito con sus manos de Pae Santo, que tiemblan y paese que tienen lus.

¡Lo que es la ignoransia! decía con asombro a su apoderado . ¡Y yo que creía que too esto sólo era güeno pa los conventos!... ¡Lo que paese que lo apresia esta gente! Arriba encendíanse a su paso los globos de luz eléctrica, mientras en los cristales de las ventanas brillaban todavía los últimos resplandores de la tarde. Gallardo experimentó nuevas sorpresas.

Seguí hablando, cada vez con más empeño y calor, hasta que Paca, a quien advertía inquieta y distraída, me dijo por lo bajo: Señorito, váyase uté... Me paese que hay bronca.

Pero vení acá, arrastraos, ¡peleles! ¿Pa eso os habéis embarcao ustedes?... Fíjese, don Isidro: unos piensan dir ar campo a sudar camisas trabajando; otros quieen meterse a criaos de casa grande... Y yo les propongo a estas güenas personas que hagamos una partía: una partía como las que había endenantes. Allá no habrán visto eso nunca; cosa nueva. ¿Qué le paese?...

No será uno rico tan aprisa como con el secuestro, pero argo es argo, y siempre es mejor que destripar terrones o servirles er chocolate en la cama a los señores. ¿No le paese, don Isidro? Y don Isidro aprobó otra vez. Una idea tan buena como la anterior; también habría que pedir privilegio, para que el gobierno no permitiese matar indios más que a la partida del señor Antonio el Morenito.

Vagamente, sin embargo, porque lo mismo Villa que Isabel habían guardado reserva absoluta, entró en su mente la idea de que yo estaba enamorado en otra parte, y no me dejaba vivir con su «Uté etá chiflaíto, Sanhurho. Se le conose a uté en los oho. A vese lo pone uté entornaíto, entornaíto, que paese que se quea uté dormío.» Y era verdad. Más de una vez y más de dos me tengo dormido escuchándola.

Cuando duermo en algún cortijo o me escondo en mi casa por unos días, la primera vez que me meto en cama como cualquier cristiano y como de caliente en una mesa como ésta, me lo agradese el cuerpo; pero endispués me canso y paese que me tira el monte con sus miserias, y que me hase farta dormir al raso envuelto en la manta y con una piedra de cabesera... ; yo sirvo pa sordao; yo sería un güen sordao... Pero ¿aónde ir?... Se acabaron las guerras de verdad, donde ca uno, con un puñao de camarás, hacía lo que le aconsejaba su caletre.

¡Esa gachí!... murmuraba Gallardo, descorazonado . Paese que ha vivío siempre con granujas que enseñaban sus cartas a too er mundo, y tié mieo. Cualquiera diría que no me cree cabayero porque soy un mataor. Otras originalidades de la gran señora traían enfurruñado y triste al torero.

Don Timoteo saludaba por aquí, por allá; enviaba una sonrisita, hacía un movimiento de cintura, un retroceso, media vuelta, vuelta entera, etc., tanto que otra diosa no pudo menos de decir á su vecina, al amparo del abanico: ¡Chica, que filadelfio está el tío! ¡Mia que paese un fantoche! Despues, llegaron los novios, acompañados de doña Victorina y toda la comitiva.

Si toos fuésemos nietos de Adán, y a Adán, verbigrasia, le yamaban Pérez, toos seríamos Pérez de apellido. ¿Está claro?... Pues cuando ca uno yevamos er nuestro, es porque hubo muchos Adanes, y lo que cuentan los curas too... «¡líquidoSuperstisión y atraso. Nos farta instrucsión y abusan de nosotros... Me paese que me explico.