Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de mayo de 2025
Casi todos los días pasaban convoyes: vapores de carga de diversas nacionalidades pintarrajeados como cebras para disminuir su visibilidad y escoltados por torpederos franceses é italianos. Estos rosarios de buques, navegando tan cerca de la costa que podían leerse sus títulos y distinguir á sus capitanes erguidos en el puente, hacían hablar al príncipe y al profesor de los horrores de la guerra.
Privados de ir más adentro, á causa de su uniforme, permanecían allí, mirando con cierta envidia á los «civiles». Unos se mantenían erguidos, sin dolencia visible, con una delgadez de aguiluchos, la nariz picuda, los ojos audaces, el bigote alborotado; otros, de cara juvenil, se encogían como valetudinarios, apoyados en sus bastones, con el pecho hundido bajo las desmayadas arrugas del paño del uniforme, y haciendo una larga pausa de reconcentrada voluntad cada vez que deseaban mover sus piernas.
Erguidos ante sus atriles con militar rigidez, entonaban los músicos una marcha solemne, que servía de acompañamiento a los pasajeros en su entrada al comedor. Los hombres vestían de frac o de smoking, guardando en una mano la gorra de viaje.
Desde la escalinata exterior á las puertas del teatro tuvo que responder á una serie de profundos saludos de los funcionarios, unos con kepis y dorados botones, otros de levita solemne, erguidos y dignos como notarios de comedia.
Para probarlo, ahí está lo único que ha escrito: una plegaria a la Virgen, para que la reciten los soldados antes de entrar en fuego. Y usted, Juanito, ¿siente realmente la vocación militar? Mucho. Desde que supe leer y abrir libros, quise ser igual a los grandes capitanes que veía en las láminas, erguidos sobre el caballo, con la espada en la mano, arrogantes y hermosos.
Todavía en Grecia, en Sicilia y en Italia, están erguidos y casi completos monumentos del arte helénico, anteriores de seis ó siete siglos á la Era cristiana; en Egipto, en la India y en la Persia y en otras tierras del centro de Asia, subsisten pasmosas obras que dan testimonio del poder arquitectónico de pueblos que fueron grandes hace miles de años, mientras que de los árabes, sobre todo en España y de la mejor época, apenas queda nada.
Y como los náufragos agonizantes de hambre y de sed, que en sus delirios sólo ven mesas de festín y clarísimos manantiales, Batiste contempló imaginariamente campos de trigo con los tallos verdes y erguidos y el agua entrando á borbotones por las bocas de los ribazos, extendiéndose con un temblor luminoso, como si riera suavemente al sentir las cosquillas de la tierra sedienta.
Muchos olivos erguidos, de perfiles más suaves, parecían tener rostro y formas femeniles. Eran vírgenes bizantinas, con tiara de leves hojas y luengas vestiduras de leña.
Fogoneros libres de servicio, rubios muchachotes vestidos de blanco, permanecían erguidos en medio de esta muchedumbre, contemplando de lejos, tímidos y sonrientes, a ciertas beldades morenas, como si esperasen hacerse entender con su inmovilidad silenciosa. En el fondo, junto al castillo de proa, continuaba sonando la gaita invisible su gangueo pastoril.
Un poco más lejos estaban, reunidos en un solo plantío, erguidos sobre sus esbeltos troncos, los rosales de la Malmaison y Alejandría, que Josefina cuidaba para engalanarse luego con las rosas que ella misma había regado. Todo pronunciaba su nombre, y, por extraña casualidad, el único balcón en que había luz era el suyo.
Palabra del Dia
Otros Mirando