Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de julio de 2025


Como todos los médicos... Y Colmenar se encogió de hombros . ¿Y... qué tal? ¿Haces muchas conquistas en León? ¿Son blandas de corazón las leonesitas?

El anciano alguacil se encogió de hombros filosóficamente. Nada, señor; será en casa de Patina Santa. ¿Y cómo se atreven esas pendangas?... Vamos allá, Marcones, vamos acto continuo. «Acto continuo» era una frase de la que usaba y abusaba don Roque. Simbolizaba para él la energía, la decisión, la rapidez de la autoridad para remediar todos los daños.

Vaya por el Magistral y el secreto de la confesión; ¡pero tocar a la Regenta! Era un imprudente aquel sietemesino, sin duda». Señores, yo no digo que la Regenta tome varas, sino que Álvaro quiere ponérselas; lo cual es muy distinto. Todos negaron la probabilidad del aserto. Hombre... la Regenta... ¡es algo mucho! El pollo se encogió de hombros. «Estaba seguro.

Acercóse entonces a la salida de un corredor que daba a la cocina y gritó muy impaciente: ¡Germán!... ¡Basilio!... ¿No hay nadie?... Acudió Germán muy presuroso y extrañado de encontrar a la señora condesa por aquellos andurriales. La llave de aquí dijo ella. Germán se encogió de hombros. ¿Quién iba a saber dónde estaba aquella llave?

La enferma se encogió ligeramente de hombros y respondió: El hombre a quien se refiere usted hará mejor en quedarse en París, puesto que aquí tiene sus afectos, y en dejarme que pague tranquilamente mi deuda. Ya yo a lo que me comprometo aceptando su nombre. ¿Qué diría, ¡Dios santo!, si le jugase la mala partida de curarme?

Fernando se encogió de hombros al hablar de la riqueza. Para ser feliz, le bastaba al hombre con tener asegurada la satisfacción de sus necesidades.

El presidente se encogió de hombros, se inclinó hacia el juez, que se hallaba sentado a su izquierda, y le dijo algunas palabras al oído. El otro le contestó en voz baja: , es extraordinario. No lo entiendo. Escuche usted dijo el presidente, dirigiéndose de nuevo a Karaulova . El tribunal quiere conocer las razones que la hacen negarse a prestar juramento.

Algunas mestizas le hablaron, manifestando su indignación contra aquella señorona que perturbaba á los hombres. Pero el famoso gaucho encogió sus hombros, sonriendo despectivamente, y siguió adelante. En el boliche le esperaban tres amigos suyos que vivían la mayor parte del año al pie de los Andes y habían venido á pasar unos días en su rancho.

, Morenito, ya has acabado de armar escándalo, porque lo digo yo, ¡ea! Te vas abajo a dormir en seguía, o te hago bajar de dos patás. El bravo se encogió. Únicamente de su padre y de aquel señor aguantaba verse tratado así. Pero don Carmelo era un ángel, se portaba bien con los pobres, y él sabía distinguir a las personas buenas, obedeciéndolas. A pesar de esta sumisión, aún masculló protestas.

¡Amigooó! dijo con voz ronca, quebrada como de rana, enseñando unos cuantos pesos mejicanos. Camaroncocido vió los pesos, y se encogió de hombros. A él ¿qué le importaban? El vejete era su digno contraste.

Palabra del Dia

hilaban

Otros Mirando