Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de julio de 2025
En la esquina de la calle de San Jaime, llevaba yo ganados diez pasos; en la calle de Racine eran ya veinte, y después de atravesar un patio, emprendió la ascensión por una escalera, cuyos últimos escalones alcanzaban a verse desde la calle.
Yo creo más bien que son ellas las que están prevenidas contra él y que le buscan defectos. Hipócrita no lo es. Holgazán, convengo en ello. Emprendió varias carreras y ninguna ha llegado a concluir; de suerte que hoy se encuentra el pobre sin profesión alguna y viviendo a expensas de su familia.
Emprendió la marcha la arrogante tabernera, y Manolo le dió escolta á respetable distancia hasta la citada esquina. Allí se detuvo. Soledad, sin volverse, levantó el brazo é hizo un gracioso saludo de despedida. Uceda permaneció inmóvil hasta que la perdió de vista. Después, lentamente, sofocado por mil pensamientos melancólicos, hizo rumbo hacia la Cervecería inglesa. Disputa.
Señor Virey, D. Manuel de Amat, Capitan General entonces de este reyno de Chile, se emprendió aquella famosa salida para los llanos, que fué terror de los indios, sé de cierto, por varios de estos que me lo aseguraron, fué público en esta plaza, que estando disponiendose los nuestros para ella, llegó la noticia á aquellos españoles, con la que ordenaron salir á encontrarse con nosotros, no sé con que fin.
Emprendió también la fábrica, que no llegó a terminarse, del Paseo de Aguas y que, a juzgar por lo que aun se ve, habría hecho competencia a Saint-Cloud y a Versalles. Licencioso en sus costumbres, escandalizó bastante al país con sus aventuras amorosas.
Luego, haciendo un gracioso mohín de desdén, se volvió y emprendió de nuevo su camino. Cuando se hubo acercado al riachuelo tendió la vista á ver si había llegado Demetria. No la vió por allí.
Cuando hubo transcurrido más de una hora sin que nadie llegase, Ramiro emprendió a su vez el escalamiento. La ventana estaba entreabierta. Descorrió el tapiz. Densa obscuridad llenaba la primera habitación. Voleó una pierna y luego la otra. Su broquel golpeó los azulejos. Comenzó a avanzar, en dirección a la cuadra del baño, hurgoneando la sombra con el estoque.
Al fin se echó la escopeta al hombro, y con la vista en alto, como si persiguiese a un pájaro que saltaba de rama en rama, emprendió la marcha por entre los árboles y la maleza, evitando pasar otra vez ante la fragua. Anduvo ahora cuesta abajo, hacia el valle, huyendo de aquella montaña a la que le había arrastrado un impulso homicida, avergonzado de sus anteriores deseos.
El General emprendió su marcha á la ALJAFERIA, y como eran las doce del dia y el sol se desplomaba con fuerza, Cerezo pidió un quitasol en una de las tiendas del Coso, y haciéndole sombra con él, le acompañó hasta el Castillo, y le colocó en uno de los pabellones mas decentes, donde permaneció tratado con la mayor consideracion, y sin sufrir el menor insulto hasta el 14 de junio de 1808.
Cuando se emprendió por primera vez el reconocimiento del Colorado, el gefe de mas séquito de estas parcialidades era el famoso Chanel, ó Cacique Negro, que fué por muchos años el terror de nuestra provincia: Villarino estrechó relaciones íntimas con él, sin sospechar que debia ser su verdugo. Reservamos los detalles de esta tragedia para nuestro discurso preliminar á la navegacion del Rio Negro.
Palabra del Dia
Otros Mirando