United States or Saint Barthélemy ? Vote for the TOP Country of the Week !


Durante algunos minutos vacilé; dudé si debía desentrañar el misterio que guardaba aquel cofrecillo, o si prefería la duda a la verdad. Tres veces extendí mi mano hacia el cofrecillo, y tres veces la retiré. Pero por terrible que sea la verdad es preferible a la duda. Me apoderé al fin del cofrecillo, le puse sobre la mesa y le abrí. Al abrirle mi corazón no latía.

Es el de Sobrado, parque Usté no dude, y Usté se iformará y veraque es verdá. Q. b. s. m. Un afetísimo amigo». La Comadreja cerró, dictó sobre y señas, puso lacre fino del que ella usaba para escribir a su capitán, pegó un sello, y dijo a la Tribuna: Ahora, de paso que vuelves a tu casa, la echas en el correo con disimulo.

El exemplo del Sol muestra esto con evidencia. Nadie sabe qual es la esencia del Sol; pero ninguno hay que dude del ser del Sol y de su presencia, quando vemos un cuerpo redondo, celeste, lucido, que despide luz y claridad de mismo, que nace y se pone todos los dias, trayendo el dia y la noche, y que da una vuelta entera al Cielo cada año, moviéndose por una linea, siempre la misma, desde Poniente á Levante.

En tal momento se alzó de su silla el médico de las minas, y después de pasear su negra mirada agresiva por los comensales, alzó una copa y dijo: El egregio duque de Requena nos acaba de decir, con una modestia que le honra, que el secreto de su fortuna estaba simplemente en el trabajo y la honradez. Permitidme que lo dude.

No dudé que había sospechado mi pasión; pero la amable sonrisa con que inauguró su discurso me tranquilizó completamente. Me dijo que se acercaban las elecciones para diputados á Cortes y que contaba con mi apoyo y el de mi padre.

Conozco bien mis autores. Mas eran veinte millones de pesetas, ofrecidos a la luz de una vela de esperma, en la travesía de la Concepción, por un sujeto de sombrero de copa, apoyado en un paraguas. Entonces no dudé. Y con mano firme repiqué la campanilla.

Yo tendré siempre le respondió Bermúdez afablemente , el mayor gusto en servirle en cuanto pueda, señor don Adrián: no lo dude usted un momento. No lo dudo, señor don Alejandro replicó el otro . Y voy, en prueba de ello, a la súplica.

Parece que se ha enredado en esas malezas. Pronto va á desembarazarse, no lo dude usted. A los pocos momentos no sólo fué preciso dudar, sino desesperar. La red de bejucos en que había caído el desgraciado terranova como en una trampa, nacía directamente de un ensanche del pasaje que vertía incesantemente sobre la cabeza de Mervyn, una masa de agua espumante.

Pero estas lágrimas serán dulces como lo son siempre las que el arte nos hace llorar. Esto dijo el bardo del ministerio de Ultramar con voz ronca. Carlota le miró con ojos coléricos; pero Mario, trastornado por el dolor, se abrazó a él sollozando. ¡Gracias, D. Dionisio, gracias! No lo dude usted, amigo Costa.

No quiero que él la vea. Escúcheme atentamente, señora. Estoy aún muy débil, pero encontraré las fuerzas de las leonas para defender mi felicidad. No es que yo dude de él: es bueno, me quiere como a una hermana y no tardará en quererme como a esposa. Pero no quiero que su corazón se desgarre entre lo pasado y lo porvenir. Sería odioso obligarle a elegir entre nosotras.